El Ministro de Gestión de la provincia, Marcos Corach, acompañó el último viernes al Gobernador de Santa Fe, Omar Perotti, a buscar más inversiones para la seguridad Santa Fe en medio de la explosión volcánica por el atentado al supermercado de la familia Roccuzzo.
Caminando la lava de las investigaciones y conjeturas sobre el origen y la autoría material e intelectual del hecho, el funcionario respondió sobre la construcción de acontecimientos con el fin de someter a debate las capacidades de la política para resolver temas elementales. ¿Están en condiciones de cuidar a la población que los elige cada cuatro años?
"El gobernador ha dicho muchas veces que "hay que cortar la convivencia del delito". Hoy podemos decir que desde la política y desde el Estado estamos cortando esos vínculos", dijo Corach en diálogo con Rosario3. Y deslizó: "No puedo menos que pensar casi en una vinculación entre el año electoral y lo que está pasando"
—El Presidente Alberto Fernández dijo que la policía que tenemos en Santa Fe “no sirve” porque “es un problema”. ¿Cómo se puede contar con auxiliares de la ley cuando esos auxiliares de la ley son auxiliares del delito? ¿Cómo se gobierna con eso?
—¿Qué puedo decir? Vamos a seguir luchando a pesar de todo eso. Los líderes de los grupos que organizaron el narcotráfico en Rosario están detenidos. Pero cuando fueron detenidos y condenados, sus estructuras ya tenían a miembros de las fuerzas policiales siendo parte de esos clanes. Esta es la situación que nosotros heredamos cuando llegamos al gobierno. A esa policía la pudimos empezar a corregir en el resto de la provincia porque los indicadores dicen eso. Yo no le puedo tirar indicadores hoy a la ciudad de Rosario y decir que en Santa Fe capital hemos logrado revertir la tendencia de homicidio. No alcanza, no sirve, no consuela, no nada. Pero esta policía es la que, como dijo el intendente de Rosario (Pablo Javkin) en su oportunidad, es la que no aparece. Hay que hacer un poquito de historia, es muy difícil no recordar que el Ministerio de Seguridad de la provincia en las gestiones que nos antecedieron tuvo entre sus funcionarios a abogados de bandas narcos de la provincia. Y esto lo sabemos, hay policías condenados. Esto ha pasado y los policías están detenidos. Hubo ministros que usaron fondos reservados del Ministerio para pagar abogados para policías acusados de encubrir a otros policías que habían asesinado a Franco Casco,. Lo detuvieron, torturaron, asesinaron y tiraron al río.
—¿Existe la corrupción policial sin corrupción política?
—El gobernador ha dicho muchas veces que "hay que cortar la convivencia del delito". Hoy podemos decir que desde la política y desde el Estado estamos cortando esos vínculos. No puedo decir lo mismo de los anteriores. Hay policías detenidos, hay causas y hay policías condenados. Si el jefe de policía de la provincia estuvo preso, está condenado. La verdad es que es difícil. Lo que puedo decir es que hoy no hay convivencia de la política con la policía. Sí hay corrupción en la policía, esa policía que hemos heredado con estos casos. No hay convivencia. La mejor prueba de que no existe eso es cuando a nosotros nos dicen que hemos cambiado once jefes de policías y cuatro ministros de Seguridad. Cuando el Gobernador tiene claro hacia dónde vamos y estos resultados no se dan, los cambia. Pero no le estoy hablando de que haya sospechas de convivencia, no se obtienen los resultados. Repito: hoy no hay convivencia del poder político con la corrupción de la policía. En la policía seguramente tengamos. Pero no tengan dudas que nosotros los combatimos con decisión firme. No hay convivencia del poder político ni con las bandas narcos ni con los policías corruptos, no hay esto.
—La balacera al supermercado de la familia Roccuzzo, ¿fue un atentado, una expresión genuina del mundo del delito o una operación política que es usada como excusa para actuar de diferentes enfoques?
—Yo entiendo que estamos en un año de elecciones y eso complica las cosas. Nosotros necesitamos exigir como estamos exigiendo a los legisladores y Gobierno Nacional prioridad, celeridad. La mirada puesta en la problemática en la ciudad de Rosario, que no nos comparen con Formosa, La Rioja, o cualquier otra provincia de la Argentina. No soy un cronista paranoico, to tengo responsabilidades de funcionario y como tal, trabajo. Mi función no es pasearme por Rosario con un chaleco antibalas y un cronista y haciendo un circo mediático y payaseco. Yo no hago eso, no soy panelista de un programa de televisión que tiene que opinar sobre lo que pienso a boca de jarro. No tengo ninguna prueba, ninguna escucha ilegal que me pruebe eso.
—Pero se puede pensar que haya actores de la política, propios o ajenos, que se beneficien con episodios crueles. ¿Es posible que ese atentado sea una operación de la propia política con fines electorales?
—Dicho todo esto, yo no puedo menos que pensar en otras cosas y por eso empecé hablando del acto electoral. Y si, no puedo menos que pensar casi en una vinculación entre el año electoral y lo que está pasando. Pero insisto en que no puedo ir a un fiscal a decirle: “Mire, escuché a tal candidato”. Pero sí tengo el mismo derecho que tienen ustedes los periodistas (porque no tengo pruebas). No obstante, tengo esa sospecha, me lo imagino y lo vinculo. Vinculo que tiene que ver con el año electoral y con todos los acontecimientos que están pasando. Balearon el supermercado de la familia Roccuzzo, balearon el canal donde ustedes trabajan (Grupo TVL). Esto claramente escala. La pregunta es: ¿Se puede prevenir que un tipo que viene en bicicleta agarre a tiros el supermercado de los Roccuzzo? La verdad es que es muy complejo poder prevenir. ¿Qué vamos a hacer? ¿Ponemos un patrullero sobre cada uno de las víctimas de las balaceras? El viernes estuvimos con el Gobernador en Buenos Aires buscando más inversión. Pero todo lo que nosotros hacemos y buscamos para aportar a la seguridad de los rosarinos y rosarinas tiene como reclamo final una mirada distinta, pelearnos no sirve. El último viernes, con el jefe de Gabinete, con el Ministro del Interior, hicimos cosas importantes. ¿Alcanzan? Seguramente no. ¿Mejoran un poco? Esperemos que sí. Pero lo que sí está claro es que necesitamos que el Gobierno Nacional tome la problemática de otra manera. Volviendo a tu pregunta, en el caso de este año electoral y en el supuesto caso que hubiere algún tipo de vinculación entre el año electoral y lo que está pasando en la ciudad de Rosario la verdad, dejen de hacer esto. Si lo están haciendo, nadie saca ventaja. Perdemos todos. Y básicamente los rosarinos y las rosarinas.
—¿Es posible un acuerdo de Estado, más allá de las miradas de los partidos políticos que compiten, para esclarecer un rumbo sobre el consumo, el narcotráfico y su rentabilidad? Porque los usuarios de drogas no van a dejar de consumir…
—Entiendo el hartazgo de la gente. Lo podemos hacer y volver a juntarnos, no hay garantías para los resultados. Esas cosas no se modifican de un día para el otro. Tener gran parte de la policía enquistada y condenada por su convivencia con el delito es complejo. Nosotros intentamos erradicarlo y trabajamos para erradicarlo. Podemos hacerlo, podemos juntarnos y podemos discutir y debatir normas mínimas para que esto deje de pasar en el caso que estuviera pasando. Yo de verdad no soy un cronista paranoico. Si usan la violencia con fines electorales tengo sospechas de que no va a tener los resultados que esperan.