Federico Lifschitz, es precandidato a concejal en Rosario, y uno de los que más está caminando los barrios de la ciudad. En sus recorridas hay dos reclamos que se repiten: mayor seguridad y recuperar la calidad del servicio de transporte.
Lifschitz expresó “El sistema de transporte se volvió un gran problema que hay que solucionar urgentemente. Propongo que con el dinero extra que está gastando el Concejo por fuera de la Ley, que en 2022 fueron $900 millones, se compren nuevas unidades para comenzar a mejorar el servicio. Serían alrededor de 25 nuevos colectivos por año”. El joven socialista remarcó “No estamos hablando de diferentes puntos de vista a la hora de adjudicar el servicio, hoy estamos hablando de un estado de urgencia porque tener que esperar un colectivo más de 40 minutos afecta a la seguridad de los trabajadores y de los estudiantes que a la noche tienen que salir una hora antes de sus escuelas o instituciones para volver seguros a sus casas, entre otras realidades”.
“La pandemia ya no es excusa, más allá de los anuncios, en la práctica el municipio no ha vuelto a recuperar los recorridos y frecuencias, y lo que es peor es que tampoco vemos que estén trabajando en una solución a futuro. Los concejales no denuncian ni reclaman, y encima gastan el dinero de los rosarinos sin dar explicaciones en qué” criticó Lifschitz y agregó “el dinero que sobra en el Concejo son los colectivos nuevos para mejorar el servicio que tanto reclaman los vecinos”.
El precandidato a concejal se refirió a una experiencia vivida en Barrio Nuevo Alberdi: “Virginia es una joven que tuvo que dejar sus estudios de magisterio porque cursaba de noche, y volver a su casa era todo un desafío por la frecuencia del colectivo, a las 23 cuando salía y por las 10 cuadras que tenía que caminar desde la parada a su casa”.
En Arroyito, un comerciante del Paseo Arroyito Río también le planteó la necesidad de recuperar las frecuencias, por los empleados que deben volverse a sus casas y por la gente de los barrios como Empalme, Graneros o 7 de septiembre que vienen a sus comercios a comprar.
Finalmente, Lifschitz expresó: “El transporte es un problema porque agrava la situación de inseguridad que vivimos en toda la ciudad, no podemos permitir que un vecino esté más de media hora esperando el colectivo para ir a trabajar y quede a merced de los delincuentes. Además, este mal servicio va en detrimento del comercio y de los jóvenes que estudian de noche o a grandes distancias de sus casas. El concejo no puede desconocer la gravedad de esta realidad, hay que trabajar en serio para buscar la solución que los rosarinos necesitan”.