El presidente Alberto Fernández volvió a confiar este domingo en que el Frente de Todos (FdT) triunfará en las próximas elecciones, no descartó postularse nuevamente para la primera magistratura y aseveró: "Lo único que no quiero es que vuelva a ganar Mauricio Macri o cualquiera de su círculo".
Además, Fernández destacó una vez más la buena relación con el primer mandatario de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva; reivindicó el Mercosur y sostuvo que el presidente de Venezuela, Nicolás Maduro -cuestionado por la oposición política argentina- está "más que invitado" a la cumbre de la Celac, que se realizará este martes en la ciudad de Buenos Aires.
"Estoy seguro que ganará el Frente de Todos. Si creen que soy el candidato, podría serlo yo u otro de nuestros líderes. Lo único que no quiero es que vuelva a ganar Macri. Macri o cualquiera de su círculo, Macri y lo que representa, que es lo contrario a lo que hemos hecho. Todos son Macri del otro lado", dijo en referencia a Horacio Rodríguez Larreta y Patricia Bullrich, otros precandidatos presidenciales del PRO.
En una entrevista con el diario Folha de Sao Paulo, Fernández dijo que "el desastre del gobierno de Macri fue muy difícil de lograr. Comenzando justo después la pandemia de coronavirus, gobernando dos años después de la pandemia y luego entrando en una guerra que cambió la ecuación económica mundial".
" Teniendo en cuenta todo este contexto, es un Gobierno (el del FdT) que viene funcionando bien. Es cierto que la pandemia nos afectó mucho, pero también que rápidamente buscamos vacunas y brindamos asistencia a los argentinos", destacó.
Y añadió que "hoy la economía tiene serios problemas, pero por otro lado ha habido una alta r ecuperación del empleo y, por primera vez, la Argentina crecerá durante tres años seguidos, además de haber reestructurado nuestra deuda. Ahora, si me preguntan si estoy satisfecho, no, las cifras de pobreza e inflación son muy preocupantes".
Por otra parte, dijo que está "terminando" el mandato "al frente de la Celac" y definió al bloque regional como "un mecanismo importante" en "estos tiempos difíciles", ya que permite "llevar la voz de América Latina a la Cumbre de las Américas y al G7 y participar en la discusión sobre el conflicto entre Ucrania y Rusia".
"El año que comienza es decisivo porque la mayoría de las consecuencias de la guerra comenzarán a verse ahora. Y cuando la FAO (organización de las Naciones Unidas para la alimentación) dice que 300 millones de personas morirán de hambre, nos preocupa mucho, porque sabemos que muchas de esas personas pueden ser de América Latina", alertó.
También, advirtió que "vivimos un momento particularmente convulso para la región, en el que tenemos que trabajar para garantizar la institucionalidad de la democracia. Es un buen momento para que Brasil regrese a la Celac".
"Es un país demasiado importante para ausentarse de los foros internacionales, como sucedió con (Jair) Bolsonaro. Era muy duro no ver al país con la voz que siempre tuvo. Ahora, la Celac inicia una etapa de integración regional en la que Brasil tendrá un papel protagónico", resaltó.
Fernández admitió que los últimos años "han sido malos para el Mercosur. Pero no tanto por la actuación" del presidente de Uruguay Luis "Lacalle Pou".
"Incluso creo que es genial que Lula lo visite poco después. Tengo una buena relación con Lacalle Pou. Puedo estar en desacuerdo con las ideas, pero personalmente nunca tuve un problema, ni siquiera se acercó a ser similar a lo que fue mi relación con Bolsonaro. Con Lacalle Pou siempre pude hablar. Con lo que no estoy de acuerdo es con su método", amplió.
Y luego, al referirse a las alianzas bilaterales que Uruguay procura con otras potencias, dijo que Montevideo debe buscar objetivos que puedan concretarse siendo socio de la región.
"Este es el papel de los países más pequeños, mientras que el de los más grandes es abordar las asimetrías que existen, eliminar obstáculos para los países más pequeños", puntualizó.
También advirtió que los recientes intentos de golpe en Brasil "deben llamar la atención del país y del continente" y destacó que "Lula resolvió muy bien el problema, convocando a las otras dos potencias y defendiendo las instituciones de Brasil".
Aclaró que "difícilmente pasaría algo así en Argentina, porque tenemos Fuerzas Armadas alineadas con instituciones. Pero tuvimos un episodio muy grave, que fue el ataque a la vicepresidenta Cristina Kirchner. Hay cierto sector de la derecha latinoamericana que piensa que la violencia es una forma adecuada de combatir la democracia, de amenazar a la sociedad. Debemos estar alerta, no permitir que esto suceda en ningún lado".
En ese sentido, sostuvo que "en América Latina tenemos una derecha que es muy fuerte", por ejemplo en Chile, Colombia e incluso la Argentina, donde, dijo, "gané, pero la derecha tenía el 41% de los votos".
"Es más difícil construir grandes mayorías y hay que aprender a manejarlo ya defender la institucionalidad. Una cosa es el debate político, la rivalidad, otra son las amenazas a la institucionalidad, como ha venido ocurriendo en Perú", alertó.
En relación a la guerra en Ucrania, afirmó que "no dejé de hablar con (el presidente ruso Vladimir) Putin, pero nunca apoyamos la invasión". Recordó que cuando Putin lo llamó para felicitarlo por la obtención del Mundial de Fútbol por parte de la Argentina, "le volví a decir que había que sentarse para resolver este tema. Y seguí aclarando que la Argentina no apoya esta invasión".
Sobre la polémica generada en torno a la posible presencia de Maduro en las deliberaciones de la Celac, sostuvo: "Venezuela es parte de la Celac y Maduro está más que invitado. Hasta donde yo sé, lo hará".
"La posición de Argentina con relación a Venezuela es impulsar, a través del Grupo de Contacto, los diálogos que se están realizando en México. Creemos que pueden dar buenos resultados. La idea es que los venezolanos decidan entre venezolanos, no con nosotros", aclaró.
En cuanto a las relaciones económicas entre la Argentina y Brasil reiteró que "lo trataremos durante la visita de Lula; Brasil sigue siendo el principal socio comercial de Argentina, pero mucho se ha perdido en los últimos años. Una posibilidad que nos emociona es trabajar más en la producción de autos eléctricos, utilizar más litio, que existe en grandes cantidades en Argentina, para potenciar aún más nuestra producción integrada de automóviles".
Consultado sobre si él y la vicepresidenta Cristina Kirchner están "peleando por la amistad de Lula" y si Lula está "preocupado" por esos supuestos roces, entre risas Fernández respondió: "Puedo tener diferencias con la vicepresidenta, pero si tenemos una coincidencia es que Lula es una persona muy especial para nosotros. Hay dos enlaces paralelos. Pero es cierto que (a Lula) le preocupa que los peronistas se mantengan unidos".