La causa judicial por el homicidio de Pablo Silva, el chico de 14 años que recibió un balazo fatal frente a un potrero de barrio Itatí en 2018, tuvo su epílogo. Después de casi cuatro años en lo que la causa avanzó lentamente, el único acusado de matar al adolescente fue condenado a 13 años de prisión en un juicio abreviado.
El condenado es Juan Pablo Maidana (31), sindicado desde un primer momento por testigos como quien ese 21 de noviembre llegó en moto a la canchita de Pueyrredón al 4200 y en un acto criminal disparó contra Silva, que se encontraba junto a un grupo de personas entre las que se destacaban los hermanos “Chino” y “Tonga”, quienes al parecer mantenían una disputa con Maidana.
Desde el comienzo estuvo claro que Pablo Silva nada tenía que ver con esa disputa. El chico jugaba al fútbol desde los tres años en el predio de Juan XXIII ubicado en Pellegrini y Lima, donde también su padre hace de coordinador de varias categorías. Con 14 años, integraba el plantel de la novena división, y jugaba de enganche.
El propio “Chino” reconoció en un testimonio que el 5 de noviembre le había disparado a Maidana tras agarrarse a trompadas en la canchita: "El tiro era para mí". Maidana estuvo internado en el Hospital de Emergencias Clemente Álvarez (Heca) dos días por una lesión en la vejiga. Desde que obtuvo el alta, empezó a merodear la zona del potrero en busca de venganza.
El homicidio de Pablo Silva se transformó en un botón de muestra del desquicio que desde hace años vive en barrios atravesados por la violencia callejera.
“Pablo estaba parado frente a una casa con la que había «bronca»”, sintetizó un testigo. El proyectil calibre 22 ingresó por la espalda. Le tocó la aorta y se le inscrutó en la cervical. Lo operaron pero no sobrevivió.
“Juampi” Maidana se mantuvo prófugo de la Justicia hasta que se entregó el 19 de mayo de 2020. Su cara había sido difundida por el Ministerio Público de la Acusación (MPA) y puesta en televisión.
“Como querellantes, cuando arrancó esta causa, tuvimos que recurrir a medios nacionales, que abrieron la posibilidad de que aparezca Maidana, que estaba prófugo. La Justicia de Santa Fe no lo había encontrado. Tampoco se había presentado. Como querellantes, acompañamos evidencias, pudimos acreditar la responsabilidad penal”, dijo a Rosario3 Ezequiel Torres, abogado de la familia Silva.
Este lunes, el tribunal integrado por los jueces Irma Bilotta, María Trinidad Chiabrera y Gonzalo Lopez Quintana homologaron el acuerdo presentado por el fiscal Gastón Ávila y la defensa de Maidana, los penalistas Fausto Yrure y Agustin Ferrari, que condena al imputado a 13 años por homicidio agravado por uso de arma de fuego en concurso real con portación ilegitima de arma de fuego de uso civil.
“La pena nos pareció justa –señaló el abogado Torres–. Hay tranquilidad de parte de Antonio, padre de Pablo, de su hermana y mía, como abogado, porque el caso no quedó impune”. Aunque agregó: “No hay palabras, calificación jurídica ni pena para neutralizar el daño que se ha generado pero sí en cierta manera se puede tranquilizar un dolor que va a ser para toda la vida”.