Gabriel Heinze tiene espalda y, además, el apoyo incondicional del presidente Ignacio Astore. En una nota con Telenoche Rosario (El Tres) aseguró que no estaba en duda su continuidad en el club por el resultado de un partido. Pero la derrota en un clásico siempre marca un antes y un después. Deja secuelas.
Por estas horas, el mandamás rojinegro no cambió de opinión porque lo que evalúa es el trabajo del Gringo en general y la disposición que tiene para con la institución, un aspecto que no está en duda. Esta postura unipersonal de Astore no coincide con la de algunos miembros de la cúpula dirigencial.
Un importante directivo que prefirió mantener el anonimato para no encender más el fuego interno, mencionó a Rosario3 que le pidió hace un mes al presidente que busque otro DT porque consideraba que era un ciclo terminado. Y que por su forma de manejarse le estaba haciendo daño al club.
Esto no fue tenido en cuenta. A la par, Heinze tenía cada vez más poder para tomar decisiones dentro del club. Por ejemplo, para cambiar nombres y procedimientos en las inferiores sin dar explicaciones.
Pero la molestia de algunos dirigentes no es solo con el técnico, también se traslada al manager Pablo Guiñazú, quien fue traído y respaldado por el propio conductor, pero su trabajo hasta acá no fue el esperado, con refuerzos que, por ahora, solo son incorporaciones. Puertas adentro, muchos desean que se vaya con Heinze.
Esta semana no habrá cambios en el cuerpo técnico pero intentarán que modifique su forma de manejarse en todos los sentidos.
Cansó su constante molestia con los medios y los árbitros. También su soberbia y el destrato a los directivos, que si le piden una reunión reciben como respuesta que no tiene tiempo. Ahora es tiempo de buscar calma, encontrar el rumbo y no tomar una medidas apresuradas.
Heinze vino a poner a Newells en un nivel superior, trabajar seriamente para poder tener un buen equipo y acompañar a los jugadores de las inferiores para que lleguen a Primera.
Sería sencillo despedirlo porque es lo común en el fútbol argentino, ya que en este 2023 dejaron sus cargos 27 técnicos. El gran desafió del pueblo leproso es mantenerlo a pesar de los resultados y del clásico.
El DT por ahora no logró grandes objetivos porque le falta tiempo de trabajo, ese mismo tiempo que para muchos hinchas, y en especial para varios miembros de la comisión directiva, ya se agotó.