1 – Ubaldo Fillol: “¡Muy yo, yo y yo! Fuimos compañeros en la Selección Argentina, como arquero todo el mundo sabe lo que fue, pero como persona es un soberbio. No la pasé bien con él, por actitudes soberbias que tuvo con Pumpido y conmigo. Por este tipo de actitudes se quedó afuera de la selección argentina y se perdió el Mundial 86. Fue campeón del mundo, pero para mí, tiene que ser más humilde”.

2 – Aurelio José Pascuttini: “La sensatez hecha persona y futbolista. Al Coco primero lo tuve como adversario en Colombia y después me dirigió en Central. Lo aprecio mucho”.

3 – Mario Killer: “Un personaje de aquellos. El Colorado es de ese tipo de personajes para tenerlo en la mesita de luz. Muy buen compañero y muy buena gente”.

Central 1984: Cornaglia, Céliz, Kuchen, Di Leo, Delménico, Killer (parados); González, Sperandío, Palma, Batalla, Scalise (agachados).

4 – Carlos Bilardo: ¡Único en lo suyo! Carlos es un DT con personalidad, prestancia, sabiduría y un adelantado en el futbol. Es un hijo directo de Osvaldo Zubeldia”.

5 – Miguel Russo: “Un mediocampista táctico que hacía bien los relevos y los cruces, tanto a la derecha como a la izquierda, para cubrir las subidas de los laterales. Con Miguel fuimos compañeros en Estudiantes y en el inicio del ciclo de Bilardo en la selección argentina. Siempre empujó al equipo para adelante”.

Delménico con su familia, homenajeado en Estudiantes.

6 – Daniel Passarella: “Un indiscutible. Daniel es una persona y un futbolista para tener siempre en cuenta. Fuimos compañeros en River en el año 1978, fue un jugador con personalidad fuerte solo adentro de la cancha. Afuera no era yoista, nunca lo escuché decir, yo soy esto o yo soy lo otro. Era solidario y además, aconsejaba muy bien a sus compañeros”.

7 – Reinaldo Merlo: “Un mediocampista que se paraba muy bien, que ordenaba y hablaba mucho. En River por mucho tiempo no tuvo contra, porque ningún jugador que le trajeron para que compita por el puesto con él, le hizo sombra. Pero un día, llegó Gallego. Ahí sí, se le puso heavy la cosa para seguir siendo titular. Cuando llegué a River con Merlo viví un hecho muy particular. El día que me sumé al plantel que dirigía Labruna, como la pretemporada ya estaba empezada, sin consultar a nadie, decidí meterme en la habitación que estaban él y "Jota Jota" López. En la primera noche que dormimos los tres juntos, descubrí que Mostaza era sonámbulo. Se levantó de la cama dormido, agarró el televisor y lo quería tirar por la ventana. El Negro muy asustado y en voz baja me decía; «Por favor no te muevas y no hagas ruido, porque lo peor que le puede pasar a un sonámbulo es despertarlo». Fue maravillosa e inolvidable aquella concentración en River”.

8 – Juan José López: “¡Un genio en todo sentido! El Negro como futbolista fue un crack, pero como persona, es mucho mejor. El día que me tocó irme de River, fui al vestuario y saludé, uno por uno, a todo el plantel. Cuando terminé de saludarlos a todos y me iba caminando hacia el auto, se me acerca Jota Jota y me dice: «Juanca fue un placer conocerte y haber compartido plantel con vos. Tomá este regalo es para tu hijo». Este tipo de gestos y actitudes, son muy poco vistas en el ambiente del futbol”.

9 – Ramón Díaz: “Un delantero que siempre estaba ahí para el gol. El Pelado fue un jugador picante con buen cabezazo. Tenía un terrible pique cortito que le permitía llegar siempre antes que el defensor para puntearla y meterla en el arco rival. En sus inicios, en River, le costó porque en el plantel, no había bebes de pecho. Con el riojano fuimos compañeros en River y la verdad, no sabía dónde estaba parado. Llegaba tarde a todos los entrenamientos y lo hacía enojar mucho a Labruna. Por suerte, después sentó cabeza, realizó una gran carrera y llegó a ser el futbolista que más plata ganó en la liga japonesa”. 

10 – Norberto Alonso: “El Beto fue un gran jugador, pero tenía un solo defecto, siempre se cortaba solo. Era buen compañero, cada vez que lo necesitabas estaba, pero era muy reservado. Más allá de lo que significaba para River y para el plantel, siempre se manejó solo. Nadie sabía que auto tenía, si tomaba mate o te, y como había arreglado su vínculo contractual con el club. Por ser tan cerrado nunca se abrió con el grupo y no lo pude conocer interiormente”.

11 – Mario Zanabria: “¡Un jugador excepcional! Marito fue más que Alonso, porque era más completo que el Beto. Fue un compañero muy solidario que para solucionar un problema, si era necesario, hablaba con los jóvenes, los grandes, los dirigentes, el camillero, y si hacía falta, hasta con el chofer del micro. Jugamos juntos en Newell’s, él era un referente de aquel plantel, pero por su forma de ser, era como un nene. Le encantaban los chismes, por eso lo apodamos la Tía Valentina, que era la chimentera más famosa de aquella época”.

Newell's del 1973: Barreiro, Rebottaro, Ribeca, Capurro y Pavoni (parados); Delménico, Cerqueiro, Magán, Marangoni, Zanabria y Santamaría (agachados).