Luciano caminaba con su perro por la costanera del río Suquía en Córdoba cerca del puente Avellaneda cuando de repente se encontró con un cangrejo vientre rojo que salía del agua y quiso salvarlo.
Intrigado, porque no es habitual encontrar a esos animales en ese sitio, el hombre "rescató" a la criatura al hacerla cerrar sus tenazas en una rama y se la llevó a su casa en un contenedor de plástico.
Un rato después se sorprendió cuando el cangrejo ya estaba a salvo en la pileta de la cocina de Luciano y se dio cuenta de que se trataba de una hembra preñada que había tenido a su cría.
Sorprendido por las diminutas crías de la mamá cangrejo, Luciano consultó con varias personas de su confianza que le recomendaron devolver a la flamante madre y a toda su prole a las aguas del Suquía, cosa que hizo.
Según publicó Crónica, para lograr hacer la del cangrejo y volver para atrás con su acción bien intencionada, Luciano tuvo que usar una cuchara para atrapar uno por uno a cada cría esparcida por el agua. Luego los metió en un recipiente -madre incluida- y los devolvió al río.