El médico rosarino Gabriel Farante vive en Milán, Italia y desde allí evaluó la situación del coronavirus en países europeos, donde dada su invisibilidad, la pandemia se multiplicó en pocas semanas. En diálogo con El Tres, llamó a los argentinos a tomar el tema con seriedad y a cumplir el aislamiento domiciliario.
“En Italia, todo comenzó el 21 de febrero cuando a 50 kilómetros de Mián se produjo el primer contagio. A partir de entonces y como hubo una explosión de 15/20 casos de golpe, se tomó una decisión muy inteligente: cerrar completamente 11 pueblitos que en total sumaban 50 mil personas, tal como se hizo en China. Gracias a eso, luego de 20 días, lograron no tener más contagios, ni mortalidad. Fue un golpe muy duro para esa área denominada «zona roja» y la estrategia demostró que el aislamiento completo (nadie entraba ni salía) fue efectivo”, explicó el profesional.
Según contó Farante, en Milán, la circulación es cada día más restringida. “Es una situación tan grave como una guerra, quizás más grave que una guerra, porque en la guerra se sabe dónde está el enemigo; aquí no. Y el mayor peligro radica en que el coronavirus se contagia durante el período de incubación, cuando no hay síntomas, lo cual lo hace más peligroso”.
“La única solución es estar encerrados en casa, sobre todo cuando todavía no se ven las consecuencias –agregó–, no es momento de discusiones científicas, ni filosóficas, ni políticas ni ideológicas”.
Lombardía y Milán son dos de los centros de mayor calidad de prestaciones médicas de toda Europa. Tenemos hospitales de excelencia y no hubo ninguna falla en el sistema. Menos mal que esto sucedió en Milán, donde tenemos esta infraestructura.
La situación de Argentina
“En Argentina tienen una ventaja increíble de prepararse. Hay una guerra que se viene y tienen que estar muy preparados. Si después el desastre no llega, festejamos; pero si llega, hay que estar preparados”, advirtió Farante.
“El tema –remarcó– es que esta «ventaja» es al mismo tiempo un problema, porque como el virus no se ve, y los casos son pocos, la gente no se aisla y al no aislarse, favorece la circulación del virus, en vez de contribuir a frenarla”.
“Este virus no suma día a día, si no que multiplica. Hace dos semanas –precisó– España, Alemania y Francia decían que la culpa era de Italia que no se preparó. En ese momento, esos tres países tenían 200 casos. Pero este virus no suma día a día, sino que multiplica. Hace una semana, en Italia, había 12 mil casos, mientras que hoy tenemos 35 mil, es decir que se multiplicó por tres, mientras que en España y Alemania, en apenas una semana, el virus se multiplicó por siete y en Estados Unidos, por ocho”.
“Esto no es ni terrorismo mediático, ni sensacionalismo, ni exageración, en la tapa de los diarios de hoy en Italia está la noticia de que hay 2.600 médicos y enfermeros contagiados y hay ocho médicos muertos. Si eso ocurre en países con un sistema sanitario desarrollado, no quiero pensar lo que puede suceder, en países con menos recursos disponibles para atacar la pandemia”, dijo el profesional.