Una parte del espigón "Maciel" ubicado en avenida Carlos Colombres al 1200, lindante a los clubes náuticos Yacht y Cirse, se derrumbó el martes apenas pasadas las 9 de la mañana sin provocar víctimas, pero arrojando al río ladrillos, basura, caños y tierra. Bajo riesgo de que continúe desmoronándose, un día después el panorama en el lugar es el mismo que en los últimos tiempos, por ahora sin precisiones acerca de si el municipio realizará obras en esa zona. 

El móvil de De 12 a 14 (El Tres) mostró este miércoles al mediodía el estado en que se encuentra el predio, con el ingreso principal vallado y completamente cerrado por un gran portón metálico, y la vegetación ganándole cada vez más terreno y espacio a lo construido. 

Por esa entrada, según relataron personas que conocen la zona y habitualmente pasan por allí, no se producía la circulación irregular de los camiones que arrojaban volquetes con desperdicios en el predio, sino que lo hacían a través del club Cirse, lindero con el espigón municipal. Una de las hipótesis de las causas del derrumbe es que podría haber cedido por el peso que estaba soportando.

El puente peatonal que atraviesa por encima la avenida Colombres y es la continuación de la calle Maciel, casi llegando a la barranca del Paraná, está habilitado y por allí es posible circular. En ese sector vive en una familia en una construcción precaria. Testigos del derrumbe señalaron que se escuchó y sintió un fuerte temblor que hizo mover las rejas y el propio puente. 

El precario estado en el que se encontraba el espigón ya había sido advertido a principio de septiembre por Rosario3 a partir de las denuncias de la comisión directiva del Yatch club de Rosario. En el Yacht Club alertaron en reiteradas ocasiones sobre que el derrumbe parecía inminente y alertaban que es común ver a gente pescando, lo que genera un riesgo enorme. 

El espigón de unos 500 metros fue construido en los 70 y está clausurado desde 2005. En 2014, por caso, se proyectó una inversión de 15 millones de pesos para reconstruirlo y ponerlo en valor, pero nunca se concretó.