Un nuevo estudio descubrió que un popular juego de mesa del Antiguo Egipto en realidad se originó en una parte completamente diferente del mundo. Los investigadores concluyeron que el juego Hounds and Chacals (un juego en el que dos jugadores intentan mover piezas al otro extremo del tablero antes que su oponente) se originó en el suroeste de Asia.
Según el medio británico Express, los arqueólogos encontraron grabados rupestres del juego que datan de alrededor del año 2000 a. C. Las tallas fueron encontradas en sitios de Azerbaiyán, y creen que el juego era jugado por pastores de ganado en la región hace miles de años.
Los investigadores explicaron que “en ciertas épocas de la antigüedad, determinados juegos eran populares a nivel regional, lo que sugiere que ayudaban a conectar culturas que interactuaban regularmente entre sí. El juego de 58 hoyos probablemente cumplió esta función en el segundo milenio antes de Cristo en Egipto y el suroeste de Asia, porque era el único juego que se practicaba en toda la región".
Recent archaeological findings suggest that the Bronze Age board game, Hounds and Jackals may have originated not in Egypt, as previously believed, but in Asia https://t.co/aq3pklKgUt
— Gürkan Ergin (@gurkan_ergin) September 17, 2024
El período en torno al año 2000 a. C. coincide con el ejemplo más antiguo del juego, que se encontró en la tumba de un funcionario del gobierno egipcio que murió entre 2064 y 1952 a. C.
En el juego, dos jugadores con piezas con forma de chacales o perros compiten en un tablero con agujeros en forma de clavijas. En el centro del tablero hay dos líneas paralelas de 10 agujeros y un arco de 38 agujeros alrededor de ellas, sumando un total de 58 agujeros. Los jugadores intentan llegar primero al otro extremo del tablero de un modo similar al de las serpientes y las escaleras. Pero el juego tiene muchas variantes diferentes que datan desde la Edad del Bronce Medio hasta la Edad del Hierro.
Los expertos encontraron 70 tableros de perros y chacales en todo el mundo: en Egipto, el Levante, Mesopotamia, Irán y Anatolia.Esto demuestra que el juego era ampliamente jugado. En Azerbaiyán se encontraron seis tableros más en Agdasduzu, Capmalı, Yenı Turkan y Dubandi.
Los investigadores añadieron: "La rápida difusión de este juego da testimonio de la capacidad de los juegos para actuar como lubricantes sociales, facilitando las interacciones a través de las fronteras sociales".
