Jóvenes que este fin de semana quisieron cruzar a las islas del Paraná desde la zona norte de Rosario vivieron un momento de tensión y disgusto en un control policial al que calificaron como abusivo: les pidieron revisar todas sus pertenencias, abrieron los bolsos y amenazaron con llevarlos a la comisaría.
El hecho ocurrió el sábado pasado a la tarde en el cruce que se realiza frente a avenida Carrasco, en inmediaciones del muelle de La Florida. Sin embargo, los protagonistas aseguraron que los episodios son reiterados en ese punto de control según se fueron enterando en la semana.
Ana, un chica de 22 años que tenía planificado ir a la isla, llegó al lugar cerca de las 15 junto a dos amigos de la misma edad con la intención de atravesar el río en una de las lanchas.
Se encontraron con un operativo policial llevado a cabo por una mujer agente y cuatro hombres. La joven contó que los integrantes de la Guardia Urbana Municipal (GUM) estaban más alejados, cerca de los locales gastronómicos.
“Nos pidieron revisar las cosas de una manera prepotente. Primero revisaron a uno de mis amigos y le sacaron dos botellas de alcohol. Después una mujer policía tomó mi bolso, sacó todas las cosas y se puso a revisar todo”, relató Ana en diálogo con Rosario3.
En ese trámite, la agente le abrió una botella de agua chica y la olió, abrió el paquete de pastillas tic tac para ver el contenido, desplegó una toalla, entre otras medidas de control. “Hizo todo sin consultar y sin protocolos de higiene por coronavirus”, expresó Ana.
La discusión se puso más tensa cuando la agente le pidió a la chica que abriera una bolsa de dormir. “Desarmala y sacudila delante mío”, exigió la agente pero Ana se negó por la dificultad para volver a armarla.
“Ya había palpado la bolsa y había visto que no tenía nada”, se quejó la joven y agregó: “Me empezó a decir que si no abría la bolsa no me podía dejar pasar, me la sacó de las manos y la abrió por su cuenta. Le dije que era ilegal lo que estaba haciendo”.
Cuando la discusión se puso más tensa, uno de los policías le dijo a los dos amigos de Ana que el operativo podría terminar con todos en la comisaría, con una revisación e incluso sacándoles la ropa para verificar lo que tenían.
“Decidimos retirarnos y no volver a ese lugar. Cruzar desde otra parte. Nunca me habían amenazado con llevarme a una comisaría para que me llene de covid o con desnudarme como dijeron. Los que llevan alcohol van en lanchas privadas y si es por protocolo covid, no tendrían que habernos tocado así las cosas”, lamentó la joven.