El Gobierno de Nueva Zelanda informó este miércoles que la variante Delta está detrás de sus primeros casos de coronavirus en seis meses y advirtió a la población que los contagios seguirán en aumento, un día después de haber ordenado un cierre relámpago del país.
La primera ministra, Jacinda Ardern, dijo que, después de detectar un primer caso, el número de infectados subió a siete en las últimas 24 horas, y confirmó temores de que se trata de la variante Delta del virus, la más contagiosa de las conocidas.
Ardern dijo que el rápido incremento de contagios justifica su decisión de emitir una orden nacional de permanecer en casa, pese a que Nueva Zelanda ha sido uno de los países relativamente menos afectados por el virus. "Demuestra que en esta etapa, lo correcto es adoptar el nivel 4 (cierre estricto)", dijo Ardern a la televisora TVNZ.
Agregó que entre los nuevos casos figuran el de una enfermera en el hospital de Auckland y el de una profesora de colegio, lo que representa ambientes de alto riesgo para la rápida propagación del virus. "Esperamos más", dijo la gobernante citando proyecciones oficiales, según las cuales, el foco de contagio puede alcanzar 120 casos incluso con el cierre.
El primer caso, un hombre de Auckland de 58 años, puso fin a un período de seis meses sin contagios de transmisión comunitaria en Nueva Zelanda, que ha registrado solo 26 muertes por covid-19 entre su población de 5 millones desde el inicio de la pandemia.
Ardern señaló que los investigadores intentan determinar cómo el hombre se contagió de una cepa procedente de Australia.
El cierre nacional, el primero en 15 meses para Nueva Zelanda, deberá extenderse por tres días, aunque Auckland y la vecina Coromandel tendrán una semana de restricciones.
La variante Delta ya se encuentra también en otros países de Oceanía, como Australia, donde no deja de avanzar y ha provocado el confinamiento de sus ciudades más pobladas, incluyendo Sydeny, Melbourne y Canberra.
Otro brote de la misma mutación fue detectado en la pequeña nación insular oceánica de Fiyi, según publicó Télam.