El informe de octubre de 2024 de J.P. Morgan destaca un cambio estratégico clave en la región, colocando a Argentina en el centro del escenario. En un contexto de spreads que siguen estrechándose y bonos que alcanzan máximos post-reestructuración, la entidad financiera decidió mover su posición sobreponderada (OW) en Argentina, a la espera de un entorno más favorable para la implementación de políticas.
Ben Ramsey, analista principal del reporte, sostiene que "la resiliencia de la capacidad de pago de Argentina, sumada a la expectativa de un escenario global más benigno, respalda la visión positiva al menos hasta 2025".
Según el análisis, una de las claves será la reunificación del mercado cambiario y el levantamiento de los controles de capital, pasos considerados críticos para evitar un evento de crédito el próximo año.
Por su parte, Brasil también ha entrado en el radar como una economía subvalorada, con J.P. Morgan aumentando su exposición a ese país.
"El crédito brasileño ha quedado rezagado respecto a su impulso de calificación, lo que presenta una oportunidad clara para el inversor", agrega Ramsey.
En contraparte, la posición en Paraguay ha sido reducida, considerando que sus valores ya reflejan un escenario optimista.
La dinámica política en la región también juega un rol crucial. Con las elecciones en EE.UU. a la vuelta de la esquina, analistas anticipan que una victoria de Donald Trump podría favorecer a mercados como Argentina, Ecuador y El Salvador. "Si bien no es la motivación principal de nuestras decisiones, no descartamos que estos países sean vistos como beneficiarios de un gobierno republicano", sugiere el reporte.
En Ecuador, la toma de ganancias parcial demuestra la cautela ante el panorama, mientras que Brasil y Argentina se posicionan para capitalizar cualquier oportunidad emergente. El Salvador, por otro lado, mantiene una postura neutra (MW) en espera de mayores señales del FMI y una consolidación fiscal firme por parte del gobierno de Bukele.
Este enfoque selectivo de J.P. Morgan refleja la necesidad de moverse con agilidad en mercados volátiles. En la región de América Latina, las decisiones financieras adoptadas en los próximos meses serán determinantes para definir el rumbo económico. La apuesta por una reactivación económica y la implementación de políticas claras posicionan a Argentina y Brasil como jugadores clave en el tablero internacional. ¿Será este el comienzo de un nuevo capítulo de prosperidad para la región o un espejismo que desvanece rápidamente? El tiempo y la política lo dirán.
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