Noviembre está dejando un panorama financiero que combina señales de optimismo con algunos ajustes que invitan a la reflexión. Mientras el Índice de Confianza del Consumidor alcanza su nivel más alto en lo que va del año, el mercado cambiario y de deuda muestra movimientos moderados, pero no exentos de volatilidad. Analizamos las claves que marcan la coyuntura y los desafíos que plantea.
Optimismo al alza, pero con cautela
El Índice de Confianza del Consumidor de la UTDT creció un 6,1% mensual, impulsado principalmente por el aumento en bienes durables e inmuebles (+13,6%) y una mejora en la percepción de la situación macroeconómica (+6,1%). Desde una perspectiva regional, el interior del país lideró este crecimiento con un destacado 11%, mientras que en el Gran Buenos Aires el avance fue más modesto (+0,8%).
Este dato refleja una recuperación parcial de la confianza, aunque todavía queda mucho camino por recorrer para consolidar expectativas positivas de largo plazo. La clave será sostener este impulso en un escenario económico que sigue siendo desafiante.
El desbalance entre las condiciones presentes (+8,4%) y las expectativas futuras (+4,8%) resalta un optimismo más enfocado en el corto plazo, con cierta prudencia a mediano y largo plazo. Esto podría ser una oportunidad para que las empresas refuercen estrategias comerciales inmediatas, sin descuidar la planificación para escenarios más inciertos.
El mercado cambiario: ¿una tregua o un nuevo equilibrio?
El Banco Central evidenció una desaceleración en su ritmo de compras diarias, adquiriendo USD 15 millones en la última rueda frente al promedio diario de USD 142 millones observado previamente. No obstante, el acumulado mensual alcanza los USD 1.309 millones, superando los registros de octubre.
Mientras tanto, el dólar oficial subió a $1.004,75, con un ritmo mensualizado de devaluación en torno al 2,1%. Las brechas con los dólares financieros, como el MEP ($1.078) y el CCL ($1.111), se mantienen acotadas, en 7% y 11% respectivamente.
Esta relativa calma cambiaria es bienvenida, pero no debería generar complacencia. Las presiones externas e internas siguen presentes, y será crucial mantener una política coordinada para evitar sobresaltos en los próximos meses.
Deuda en pesos y dólares: ajustes necesarios
En el mercado de deuda en pesos, los bonos CER mostraron una leve mejora (+0,3%), mientras que las Lecaps y el TO26 registraron bajas del 0,2% y el 0,6%. En contraste, los bonos dollar-linked subieron un sólido 1,3%, reflejando un interés sostenido en instrumentos atados al tipo de cambio.
En cuanto a los bonos en dólares, el retroceso del 0,9% en la última rueda se da tras un mes de fuertes avances (+13,3% en noviembre). Este desempeño mantiene las paridades en torno al 70% y el riesgo país en 734 puntos básicos, niveles que, si bien son mejores que meses atrás, siguen condicionando las decisiones de inversión.
Parecería que el mercado se está tomando un respiro tras las subas recientes. No hay que perder de vista que la volatilidad es parte del juego, especialmente en un contexto de tasas globales altas y desafíos locales persistentes.
Acciones y Merval: entre alzas sectoriales y correcciones selectivas
El Merval corrigió un 0,5% en pesos y un 1,4% en dólares, cerrando en USD 1.912. Sin embargo, en la última semana acumuló un +6% en dólares, destacando subas en sectores como Industria, Consumo Básico y Energía, mientras que Construcción y Finanzas lideraron las bajas.
Entre las empresas, Holcim (+7,7%) y Mirgor (+3,0%) se destacaron con subas significativas, mientras que Loma Negra (-5,1%) y Banco Supervielle (-4,2%) enfrentaron caídas marcadas. En Wall Street, Mercado Libre (+1,1%) y Globant (+2,9%) lideraron las ganancias entre las argentinas, mientras que Corporación América (-6,9%) y Supervielle (-5,7%) se llevaron la peor parte.
Las empresas con operaciones diversificadas parecen resistir mejor las fluctuaciones locales, lo que podría inspirar a otras a explorar estrategias similares en busca de mayor estabilidad y rendimiento.
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