Un lindo ejemplo para que imiten los grandes. Durante un partido de futsal infantil entre Newell’s y Central, un chico leproso tuvo un gran gesto hacia otro niño del equipo canalla, luego de cometerle una falta.

La pelota fue disputada entre un atacante de Central y un defensor de Newell’s. El jugador rojinegro fue fuerte abajo y el chico auriazul cayó pesadamente contra el suelo de mosaicos de la cancha.

Inmediatamente el chico de la Lepra se dio cuenta de que su adversario podría estar lastimado y le hizo una seña al árbitro para que pare el partido.

Luego se quedó junto al golpeado hasta que éste se recuperó y se puso de pie.