La dopamine dressing es una tendencia que deja en claro que "si nos vemos bien, nos sentimos bien", refiriendo este lema puntualmente a la ropa que se luce en un momento particular. Según su significado, "vestir dopamina" hace alusión al neurotransmisor encargado de la felicidad. En este caso, las prendas o la combinación de las mismas puede influir directamente en el estado anímico de la persona ese día particular, sobre todo si cuentan con colores vivos en su haber.
Para las y los expertos, el hacer cosas buenas por uno mismo genera una sensación de felicidad, aunque simplemente tenga que ver con qué se elige lucir ese día. Es una especie de contentar al propio entusiasmo tras verse frente al espejo de una manera que a uno mismo le gusta y, muchas veces, eso depende de lo que se elija en el armario.
En este sentido, sostienen que un "buen outfit" puede brindar sensación de seguridad frente a una búsqueda laboral, una reunión importante o simplemente salir a dar una vuelta por la ciudad. Lo mismo sucede con una cita. Sentirse atractivos e interesantes a través de las prendas escogidas, directamente influye en el estado de ánimo, según refieren desde Very Well Mind. Asimismo, la psicología del color apunta directamente a estos colores fuertes y alegres que, aunque sea en un mínimo detalle como un accesorio, levantan directamente el outfit completo (y el ánimo).
Más sobre Dopamine Dressing
El color, la textura e incluso el estilo de ropa tienen efectos psicológicos en el estado anímico, lo que influye directamente en la productividad o la propia motivación. Por eso es muy importante atender a qué es lo que hace sentir motivada a cada persona en este sentido para atender así a qué colores utilizar, qué texturas, siluetas, cortes. Una especie de autoconocimiento profundo respecto de la propia vestimenta.
Asimismo, si existe una prenda favorita (un jean, una camisa, un sweater) que sea de extrema confianza respecto de cómo luce en la propia persona, utilizarla a modo de ejemplo al momento de comprar nuevas prendas. Atender a su silueta, su textura, su género y color que, se sabe, genera seguridad y confianza.