Según publica el sitio lanacion.com.ar, una encuesta sobre los hábitos de consumo a nivel internacional revela que las personas compran mucho más de lo que necesitan y utilizan.
Estas conclusiones se basan en un sondeo realizado por Greenpeace en las principales metrópolis del mundo, como China, Hong Kong, Taiwán, Italia y Alemania, entre diciembre del 2016 y marzo de este año, en el marco del Copenhagen Fashion Summit, el principal foro mundial de la industria para la moda sustentable.
Como se recalca en este informe, la adquisición compulsiva de ropa, además de generar una auténtica dependencia, como toda obsesión, tiene otras dos consecuencias negativas: implica un impacto ambiental importante y más allá de la emoción inicial por la adquisición, no lleva a un estado de felicidad.
Pero, ¿por qué se compra en exceso? Según los expertos, no porque se necesite algo, sino principalmente por motivos sociales y emotivos. Ir de shopping es una forma de pasar el tiempo, aliviar el estrés y evitar el aburrimiento.
Con respecto al cuidado del medio ambiente, la mayoría de la indumentaria que la gente adquiere necesita toneladas de pesticidas para ser producida, incluso cuando la etiqueta asegura contener un 100 por ciento de fibras naturales. Además, muchas marcas, en vez de producir en calidad y duración, renuevan sus artículos cada semana, lo que genera que los consumidores compren más, pero también, desechen cada vez más rápido sus prendas, incluso sin haberlas usado.
Por estos motivos, la campaña “Detox my fashion” de Greenpeace, empeñada en un sector textil más sincero y responsable, prevé la participación de más de 70 marcas internacionales para impedir el uso de sustancias peligrosas en su producción y el empleo de diversas alternativas para un consumo más consciente.