Algunos de los lugares que más preocupan al momento de la decoración de interiores es la sala de estar, living o comedor. Son sitios donde más horas suelen pasarse dentro del hogar y, como tales, deben contener todos los ingedientes para que el momento allí sea lo más ameno posible.
Para tal fin, la gama de los naranjas es una gran aliada, ya que genera un clima de bienestar y comodidad. Pero todo debe ser en su justa medida y sabiendo elegir los tonos adecuados para lograr el efecto deseado. A continuación, cuatro opciones perfectas para elegir:
- Naranja intenso: Tonos osados, como los son el naranja puro o los tonos de mandarina, zanahoria o coral; son las opciones más elegidas. Sin embargo, para no agobiar el ambiente, se recomienda utilizarlos en algunas decoraciones, como puede ser un sillón, un sofá, almohadones, alfombras o cortinas.
- Naranja quemado: Albaricoque, calabaza o terracota son algunas de las excelentes opciones en colores. Se lucen acompañadas de blancos, grises o marrones.
- Naranja en paredes o suelo: En este sentido, la única regla necesaria e imprescidible es combinar el naranja con colores claros, como blanco o pasteles, y de esta manera no recargar el espacio con demasiada intensidad para no generar un clima agobiante.
- Toques de naranja: Al tratarse de un color imponente, no pasa desapercibido. Por eso, otra de las opciones es utilizar cuadros grandes en dicho color, o, para los más atrevidos, jugársela en combinaciones con rojo y amarillo. Todo en su justa medida.
