El multimillonario Elon Musk, que el mes pasado puso en duda la compra de Twitter que pactó por 44.000 millones de dólares, volvió a amenazar con cancelar el acuerdo debido a la imposibilidad de contar con información precisa sobre la cantidad de "cuentas falsas y spam que existen en la plataforma".
A través de su abogado, el CEO de Tesla y SpaceX envió una carta a la red social en la que expresó su descontento por la situación y amenazó con cancelar la adquisición en caso de que no se respeten los términos del acuerdo.
La carta está firmada por Mike Ringler y dirigida exclusivamente a Vijaya Gadde, directora legal de Twitter.
"La última oferta de Twitter de simplemente proporcionar detalles adicionales sobre las propias metodologías de prueba de la empresa, ya sea a través de materiales escritos o explicaciones verbales, equivale a rechazar las solicitudes de datos del Sr. Musk", dice el escrito en relación con una comunicación recibida el primero de junio sobre este tema.
También sostiene que Musk "cree que la compañía se resiste activamente y frustra sus derechos de información (y las obligaciones correspondientes de la empresa) en virtud del acuerdo de fusión".
En el mismo sentido, advierte que el empresario "se reserva todos los derechos resultantes, incluido su derecho a no consumar la transacción y su derecho a rescindir el acuerdo de fusión".
A su vez, apunta: "El Sr. Musk ha dejado en claro que no cree que las metodologías de prueba laxas de la compañía sean adecuadas, por lo que debe realizar su propio análisis. Los datos que ha solicitado son necesarios para ello".
Ringler también señaló que Twitter está obligado, según las condiciones de compra, a proporcionar la información que reclama Elon Musk. Entre las razones que da el entorno regulatorio del magnate están:
- La necesidad de preparar la transición para que la empresa siga bajo su propiedad
- Facilitar la financiación de la venta
- Permitir una comprensión general del modelo comercial básico de la empresa fundada por Jack Dorsey
"Si Twitter confía en sus estimaciones de spam publicitadas, el Sr. Musk no comprende la reticencia de la empresa a permitir que evalúe esas estimaciones de forma independiente", añade la carta.
La cantidad de bots y cuentas falsas que hay en Twitter se ha convertido en el principal punto de discordia entre las partes para concluir el acuerdo. Desde la red social habían informado en mayo que estos perfiles representaban poco menos del 5% de sus usuarios totales, pero Musk desconfió de estas cifras y abrió una nueva discusión que trabó la compra.
El propio empresario, y como se ha podido apreciar en un tuit, ha estimado el porcentaje en un 20% (o incluso más), lo que ha abierto cierta polémica sobre la valoración de la operación y la posibilidad de renegociación.