Funcionarios del Departamento de Justicia de Estados Unidos planean pedirle a un juez que obligue a Google a vender su navegador Chrome, el más utilizado del mundo, para desmantelar lo que consideran como un monopolio que domina el mercado de búsquedas online. Quienes impulsan esta propuesta, que podría aplicarse también para el sistema operativo Android, argumentan que la compañía tecnológica ejerce demasiado control sobre la publicidad online y aprovecha su ecosistema de aplicaciones para retener a los usuarios, impidiendo así una mayor competencia.
El Departamento de Justicia (DoJ) presentó documentos judiciales el mes pasado indicando que estaba considerando aplicar "remedios estructurales" para evitar que Google use algunos de sus productos.
Según describió Bloomberg, el Departamento de Justicia presionará para que la empresa propiedad de Alphabet se desprenda de su navegador, y también pedirá a un juez que exija nuevas medidas relacionadas con la inteligencia artificial y su sistema operativo para teléfonos inteligentes.
Los funcionarios de competencia, junto con varios estados de EE. UU. que se han unido al caso contra la empresa de Silicon Valley, también planean recomendar que el juez federal Amit Mehta imponga requisitos de licencia de datos.
Google acaparó, con el correr de los años, el control de un conjunto de negocios digitales y asociados con internet que la convirtieron en foco de iniciativas de regulación y de defensa del derecho a la competencia. En la Unión Europea se está investigando si cumple con las regulaciones del bloque sobre las grandes tecnológicas, mientras que en Estados Unidos –además de lidiar con este proceso judicial– se enfrenta también a la presión de compañías como Epic para que se libere la descarga de aplicaciones por fuera de la Play Store.
En agosto pasado, un juez federal dictaminó que Google opera un monopolio en el mercado de búsquedas, y el DoJ expuso argumentos que apuntaban contra varios de los aspectos del negocio de la compañía, entre estos los acuerdos de miles de millones de dólares con empresas como Apple y Mozilla para que su buscador sea el predeterminado.
Google indicó que impugnará cualquier caso presentado por el Departamento de Justicia y consideró que las propuestas marcaban una "extralimitación" por parte del gobierno que perjudicaría a los consumidores.
"Si el Gobierno interviene de esta manera, perjudicará a los consumidores, a los desarrolladores y al liderazgo tecnológico estadounidense precisamente en el momento en que más se lo necesita", sostuvo Lee-Anne Mulholland, vicepresidenta de asuntos regulatorios de Google.
Lo concreto es que, si el juez Mehta acepta las propuestas, se podría transformar drásticamente el mercado global de búsquedas en línea, dado que Chrome controla alrededor del 65% del sector.
Las peticiones del DoJ también apuntan a evitar que Google favorezca su motor de búsqueda o navegador dentro de sus propios productos, como Android, YouTube e incluso su chatbot de inteligencia artificial Gemini. Otras soluciones incluyen abrir el acceso del sistema de sindicación de búsqueda de Google a los competidores, para permitir que los sitios web opten por no participar de la función AI Overviews.
El juicio que evalúa la tecnología publicitaria de Google se presentó durante la primera administración de Donald Trump y continuó bajo la de Joe Biden. Y aunque los alegatos finales tuvieron lugar este lunes, se espera que el veredicto se conozca recién dentro de varios meses, para cuando Trump ya estará nuevamente en el cargo.
El lucrativo negocio publicitario de Google le generó una recaudación de 237.900 millones de dólares en 2023. Y aún si el fallo judicial no termina perjudicándola, la compañía deberá hacer modificaciones en sus operaciones para no quedar sujeta a eventuales nuevas demandas.