Antes de asumir como diputada provincial, Amalia Granata rompió con el bloque “Unite por la Familia y la Vida”, liderado por pastores evangélicos, y formó un minibloque con la legisladora electa Betina Florito. Adujo “principios innegociables” pero desde el bloque de pastores no pierden la esperanza de poder armar un interbloque que la incluya. Además, aseguraron que el motivo de su partida parece tan mínimo que hasta les da “pudor” revelarlo.
En contacto con el programa A diario (Radio 2), el abogado Nicolás Mayoraz y diputado electo por Unite, sostuvo que la partida de Granata “no impide la tarea conjunta en la Legislatura” porque hay una coincidencia de ideas y proyectos. Por eso planean convencer a la periodista y modelo de sumarse a un interbloque de forma que tal que los legisladores electos en junio no pierdan fuerza dentro de la Cámara.
“Realmente creemos que el trabajo legislativo lo debemos mantener juntos. Amalia decidió tomar este camino, todavía hay una puerta que nosotros decidimos dejar abierta”, afirmó Mayoraz.
Consultado sobre el motivo de la ruptura, el abogado y legislador electo se mostró algo avergonzado: “Me da un poco de pudor decirlo. Planteamos una modalidad de trabajo sobre la tarea parlamentaria. Le pedimos mayor representación y quizás allí surge la primera diferencia que ella entendía que debía haber una sola representación parlamentaria”.