En la extensa audiencia contra la banda narco Los Funes, la fiscal de Balaceras Valeria Haurigot ventiló este martes videos de algunos de los ataques a tiros atribuidos a la organización en la zona sur de Rosario. Se tratan de filmaciones hechas por los gatilleros para exhibirle al líder de la estructura criminal –que está preso en el penal federal de Ezeiza– que habían cumplido con sus órdenes a cambio de dinero.
Uno de los hechos ocurrió en octubre en bulevar Oroño al 4300. Un sicario es filmado por su cómplice mientras dispara contra el frente del domicilio de una familia de la comunidad gitana. Según se desprende de la investigación, el ataque fue porque eran “amigos” de Los Monos.
El encargado de esa ráfaga de tiros está prófugo. Es un adolescente reclutado por la organización que cobró por ese “trabajo” unos cuatro mil pesos, de acuerdo a los indicios que tiene la Fiscalía gracias al teléfono secuestrado a S. Funes (no se da su nombre por ser menor), hermana de Alan, después de un crimen de octubre pasado en Ayacucho al 4300.
“Dice que sí, que se queda con nosotros. Papá, apenas escuchó Funes dijo «Yo voy». Dice que hace mucho estaba esperando esta oportunidad. Ya lo puse a trabajar. Mañana también viene”, le dijo vía Whatsapp la joven S. Funes a su hermano Alan, jactándose así de ser una banda de jerarquía para algunos gatilleros, como una suerte de “bolsa de trabajo”.
Las otras dos balaceras ventiladas fueron también en los primeros días de octubre en Centeno al 100 contra la propiedad de un presunto miembro de la banda de René “Brujo” Ungaro –condenado por narcotráfico y el crimen del ex jefe de la barra brava de Newell’s Roberto “Pimpi” Caminos–. Ese ataque exhibió en ese momento una fractura entre las dos organizaciones, que habían sido aliadas años atrás.
A algunos de los 16 imputados ayer se les atribuyeron varias balaceras contra la banda de Ungaro. Ocurrieron entre septiembre y diciembre pasado, mes en el que luego los jefes de las dos estructuras delictivas hicieron “un pacto de paz”. Uno de los hechos fue en septiembre pasado en Ameghino al 100 y, según el cotejo de las vainas servidas, los sicarios usaron una ametralladora FMK3.
Los acusados por Fiscalía fueron Alan Funes; su novia Jorgelina Selerpe; su abuela Alicia Cordero; Lorena Ortiz, como presunta supervisora de búnkeres; Omar Biasutti, un preso sospechado de ser el presunto proveedor de municiones; María Cristina Piedrabuena y Miriam Rojas, quienes supuestamente guardaban armas y municiones a la banda.
Otro escalón distinto fue dedicado por parte de la Fiscalía para la mano de obra de las balaceras. Todos fueron imputados como presuntos sicarios o autores de disparos extorsivos con fines de herir a personas. En esa parte de la estructura fueron ubicados Lucas Ortiz, de 25 años (hijo de Lorena Ortiz); Valentino Barjacoba (29); Fabián Domínguez (22); Iván Gutiérrez (19), novio de S., la hermana de Alan Funes; Juan Guzmán (27); Luka Salazar (19); Matías Almada (20); Agustín Arselli (22); y Joel Olguín (24).
Los 16 acusados quedaron en prisión preventiva efectiva por el término de ley, según la resolución del juez Nicolás Foppiani.
Recaudación narco
A modo ilustrativo, de la causa sobresale que un solo búnker de la banda Los Funes vende entre seis y ocho paquetes de cocaína. Cada paquete contiene unos 60 “papelitos”, que por unidad se comercializan a 200 pesos.
El punto de venta de estupefacientes en cuestión queda en Chacabuco al 4100, en barrio Tablada, territorio en el que operan Los Funes.