Las motochorras que protagonizaron el viernes pasado un violento robo en barrio Luis Agote y luego otro en Carriego al 1200 fueron imputadas este lunes y quedaron presas. Una de ellas ya fue condenada en noviembre de 2019 a cinco años de prisión por haber participado en el asesinato a puñaladas de una joven. La otra fue acusada de un robo que cometió cuando estuvo en la cárcel de Mujeres.
La fiscal Luciana Vallarella imputó este lunes a Melisa Vallejos, de 30 años, y Carolina Magalí “La Mago” Urquiza, de 34 años, las dos ladronas que protagonizaron un raid delictivo el pasado viernes en Castellanos al 500 y en Carriego al 1200. El primero de los hechos quedó filmado y se ve que Urquiza maneja la moto y Vallejos desciende, ataca a una mujer, le gatilla con el arma –aunque la bala no sale– y después se lleva el teléfono de la víctima.
De acuerdo a la acusación, Vallejos volvió a usar el arma para un asalto minutos después, cuando le dio un culatazo en la cabeza a una mujer que estaba en Carriego al 1200 con el objetivo de sacarle su teléfono. Mientras, Urquiza le gritaba a la otra delincuente que le dispare. El robo se frustró cuando la pareja de la víctima intervino y retuvo a Vallejos, mientras vecinos hicieron lo propio con la motochorra.
Una vez retenidas y entregadas a la Policía, a las ladronas se les secuestró el celular de la víctima de Constitución al 500.
La fiscal atribuyó los dos robos a Urquiza y Vallejos, pero también imputó la portación ilegal de una pistola calibre 22. La jueza penal de primera instancia Paula Álvarez dictó prisión preventiva efectiva por el plazo de ley para las sospechosas.
Pero a Vallejos también la acusaron por un robo que ocurrió el 4 de febrero de 2020, cuando ella estaba alojada en la cárcel de Mujeres. En ese entonces, robó el ventilador a una reclusa, a la que le dio una paliza acompañada de otras internas.
Carolina Magalí Urquiza, en tanto, fue condenada a finales de noviembre de 2019 a cinco años de prisión como partícipe secundaria en el asesinato de Pamela Spinetti, ocurrido el 16 de julio de 2015 en Coulin al 2000. En ese homicidio, Urquiza junto a otra mujer sujetaron a la víctima para que Brenda “La Cote” Pared la mate a puñaladas.
Urquiza recibió desde entonces el beneficio de arresto domiciliario por tener un hijo menor a los cinco años. Luego, por el tiempo que había estado detenida, recibió libertad condicional.
Pared es conocida en el hampa local con toda su familia. Su padre fue asesinado en 2013, su hermano es un presunto sicario y ella acumula acusaciones por homicidios, portación de una FMK 3 y narcotráfico.