El ministro de Seguridad provincial, Marcelo Saín, aseguró que el negocio de la venta de cocaína es el más rentable de la ciudad de Rosario y adjudicó su consumo recreativo al sector de clase media y alta. Advirtió sobre la reconfiguración de organizaciones delictivas y consideró que la banda de Los Monos sigue activa.
En diálogo con Radiópolis (Radio 2), Saín precisó que un kiosco de drogas en Rosario puede obtener por fin de semana desde 500 mil pesos hasta dos millones de pesos. “El negocio de la cocaína es el negocio capitalista más rentable de la ciudad”, sentenció y agregó al respecto: “Es de alta gama porque un papel de un gramo es de tres mil pesos, no lo paga cualquiera, el cliente está dentro de los bulevares”.
“Acá hay gente que toma (cocaína) de forma recreativa, la mayoría es de clase media y alta que consume masivamente. Pero –advirtió–el comercio está en la periferia y genera todos estos hechos de desgracia porque su gerenciamiento es rústico, entienden que pueden ganar un bunker a los tiros”, remarcó.
El funcionario sostuvo que “hay una reconfiguración de organizaciones mucho más grandes”. Tras destacar el trabajo desarrollado contra los negocios de Esteban Alvarado, manifestó: “Hoy Guille Cantero está dedicado a las extorsiones”, dijo y añadió: “No vemos una interna en Los Monos sino a un líder muy activo que es Guille Cantero. No vemos la misma disposición en el viejo Cantero que sigue teniendo un grado de gravitación en el oeste de Rosario vinculado al mercado minorista de cocaína”, detalló.
Sain observó que ante la caída de líderes narcos, como por ejemplo el clan Ungaro y la Gringa en Tablada, promueve disputas: “Ahora están tratando de comerse barrios y en Tablada se vende mucha cocaína, unos tres millones de pesos por fin de semana en los bunkers que hay”, apuntó.
Bandas
Rosario3 publicó un informe especial sobre las bandas operativas en Rosario. Según se dio a conocer, un rasgo une a la mayoría de las bandas que disputan territorio por droga es que pertenecen a Los Monos o son un brazo de esa organización narco cuya zona operacional siempre estuvo arraigada en la zona sur, en La Granada, Las Flores y 17 de Agosto. Quienes confrontan con Los Monos son jugadores de turno, a veces ligados a viejas organizaciones.
En Nuevo Alberdi hay una feroz pelea entre el clan Romero, histórica organización en ese sector de la ciudad que creció desde la detención de Esteban Alvarado, con Los Monos. En las últimas semanas hubo balaceras –un policía recibió un tiro en la cabeza– y un crimen, en Luzuriaga y Vieytes, donde a un joven identificado como Joel Maximiliano Mansilla lo acribillaron a tiros. Se incautaron 52 vainas servidas.
La disputa entre los Romero y Los Monos no es de ahora y no se inició específicamente por droga. Empezó por usurpaciones de casas en la denominada Zona Cero. Tuvo un rebrote a principios de abril, cuando José Orlando C., ligado a Los Monos, fue secuestrado en Polledo al 3800 y luego fue arrojado en el kilómetro 4 de la ruta 34 con varias heridas de bala. De ahí en adelante hubo varios hechos de violencia.
El barrio 7 de Septiembre ocupa uno de los focos rojos del mapa. Gustavo "Toro" Martinotti, líder de una banda, se vio debilitado al caer preso por narcotráfico el año pasado. No obstante, familiares siguen activos en el negocio narco. El pasado 14 de mayo en Martínez Estrada al 7900 fue acribillado a tiros Rodrigo Soraire en la puerta del negocio de un familiar del "Toro". Se presume que la víctima era "soldadito" de la banda.
De acuerdo a fuentes investigativas, Martinotti puja territorio con otras organizaciones que están fuertemente ligadas a Los Monos. Una es conocida como "Los colombianos", que son de barrio Larrea, quienes están "aliados" con Tania R., una joven que suma menciones en las crónicas policiales por planificar balaceras y usurpaciones.
Otros enemistados al "Toro" son Gisela B., esposa de un condenado miembro de Los Monos, y los hermanos Jonatan y Héctor Luis B., presos por varios delitos, uno de ellos, el reciente crimen de Rodrigo Sánchez, ladero de Esteban Alvarado. Algunos de ellos están en la zona del Mercado de Concentración de Fisherton.
En Casiano Casas hay una dispersión de bandas y todas manejan un alto poder de fuego. Esa zona fue noticia a mediados de mayo por un cortejo fúnebre con tiros al aire por un joven que se suicidó.
Un fragmento de la banda de Emanuel Sandoval, alias "Ema Pimpi", acribillado a tiros el año pasado, sigue activa y está enemistada con la banda de jóvenes que respondería a Tania R., quien opera también en 7 de Septiembre.
En la zona oeste, el conflicto está mayormente situado en Bella Vista y Villa Banana. Allí hay dos bandas muy violentas y con nombres curiosos: Los cavernícolas y La banda de la crema. En este lugar del mapa ya hubo cuatro asesinatos en los dos primeros meses del año.
Algunos miembros de Los cavernícolas fueron arrestados hace diez días por la División Homicidios de la Agencia de Investigación Criminal (AIC). Fueron imputados por balaceras y tentativas de homicidios. La banda de la crema, en tanto, es liderada por Mauricio A., condenado el año pasado por un ataque con seis heridos en la zona de Camilo Aldao al 3900. Su pareja sería quien habría tomado la posta de la organización.
En Tablada, barrio Municipal y Parque del Mercado la disputa es entre el clan Caminos y el clan Ungaro. Los líderes están presos, Alexis y René respectivamente. Los Funes ahora están enemistados con los Ungaro, se presume, a partir de una pelea entre Alan Funes y René por la venta de tickets para las visitas en la cárcel de Piñero, que terminó con tiros y heridos.
En Villa Gobernador Gálvez actualmente hay dos organizaciones. Una es conocida como "La banda del gordo Dani" y la otra como "La banda de Jerry". La primera responde a Los Monos, la segunda es un brazo de los Bassi, clanes históricamente enfrentados. El homicidio más resonante en el marco de esta disputa, para los pesquisas, fue el de Martín Sebastián Bertón, a quien acribillaron de 40 tiros. Se trataba del hijo de una dirigente del Partido Justicialista en la vecina ciudad.
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