Cuánto cuento. En lo que va de 2019, el Ministerio de Seguridad contabilizó 322 estafas telefónicas en Rosario y sus alrededores, 42 hechos más que en todo 2018. Para el ministro Maximiliano Pullaro, la crisis económica aumentó la cantidad de este tipo de delitos. Este jueves se registró un nuevo episodio en la ciudad: Amelia, una vecina de la zona norte, perdió dos mil dólares.
De acuerdo a un relevamiento de la Unidad Regional II, en los 243 días que pasaron entre enero y agosto de 2019 se contaron 322 estafas telefónicas. Y en todo 2018: 280.
El mes con mayor cantidad de hechos fue enero: se contaron 53 víctimas del “cuento del tío”. También fue el mes con mayor diferencia respecto de 2018. Ese mismo mes, se registraron 14 hechos.
“Llevamos 43 meses de crisis en la República Argentina y lamentablemente en los últimos días se desató una corrida bancaria que hizo que muchas personas tengan la necesidad de retirar sus ahorros de los bancos”, llamó la atención Pullaro este miércoles en una conferencia de prensa.
La modalidad del “cuento del tío” consiste en llamados de ladrones que se hacen pasar por personas de confianza de la víctima –como un amigo cercano o un pariente– y les hacen creer que se viene un nuevo corralito o que el banco necesita cambiar sus billetes por otros de nueva denominación.
En realidad, la historia para justificar que la víctima entregue su dinero varía –simulan secuestros o accidentes de tránsito– pero en el último tiempo el cuento más recurrente fue la inminencia de un corralito bancario.
En general, las víctimas son personas mayores que viven solas.
Recomendaciones y aclaraciones para evitar caer en la trampa
- Los bancos no hacen llamadas ni visitas para cambiar billetes.
- Ante llamadas de desconocidos, no brindar información personal.
- Ante cualquier duda cortar la comunicación y llamar al 911.
- No aportar datos personal es en ninguna encuesta telefónica o por Internet.
- No permitir el ingreso de desconocidos al domicilio. Comunicarse de inmediato al 911 y con la entidad que dice pertenecer.
- Los bancos no utilizan personal externo para realizar transferencias.