Dos tiratiros de la banda que comanda el convicto Alan Funes fueron acusados como los homicidas de una mujer que fue acribillada en su casa de Necochea y Ameghino en abril de 2022. Ambos imputados ya se encontraban detenidos en la cárcel de Coronda y allí seguirán alojados, según dispuso el juez al término de la audiencia, que dictó prisión preventiva por el plazo de ley por homicidio agravado.
María Elena “Loca Mari” González (63), la víctima fatal, había declarado unos meses antes de que la mataran por los tiros que tuvieron como blanco la casa de su hija –también ubicada en Tablada–, una chica que está en pareja con un hermano del preso Brian “Pocha” Sánchez, condenado a 36 años de prisión por homicidios, ex aliado de los Funes y, al parecer, ahora enemigos.
Los testimonios presentados por el fiscal Gastón Ávila dan cuenta de que este sería el eje del conflicto: un enfrentamiento entre Pocha y Alan Funes que, a su vez, deja expuesto a los allegados a estos.
El fiscal llevó a imputativa este lunes a Nicolás Daniel Spalleta (30), que ya se encontraba detenido y acusado de otro delito, y reimputó al presunto tirador, el paraguayo Rubén Darío “Chake” Morel (28), a partir de nueva evidencia surgida de su teléfono incautado el día del crimen María Elena González.
El asesinato de González fue perpetrado pasadas las 22 del 11 de abril de 2022 cuando dos tipos en moto pasaron por la cuadra de Necochea y casi en la esquina con Ameghino abrieron fuego contra la mujer. Fueron unos doce tiros, según los informes criminalísticos.
Para la Fiscalía, quien tripulaba la moto era Spelleta y el tirador, Chake Morel. “Ambos soldaditos de los Funes”, según el entorno de la víctima. Así se desprende de las declaraciones que presentó el fiscal.
Según determinó la investigación del fiscal, González asomó a la puerta de su casa de Neocchea 4285 porque alguien gritó “Mari, Mari”, como si un conocido preguntara por ella. Un vecino llegó a advertirle segundos antes de que la mujer recibiera los disparos: “Vieja, ojo que esos dos de la moto son los del bunker de los Funes, ahí vuelven”.
Algunas denuncias anónimas sostuvieron que la víctima comercializaba estupefacientes, pero esto fue desmentido por una hija que en entrevista aseguró que Mari González, se ganaba la vida como meretriz hasta que se jubiló y que “consumía drogas, era adicta y nunca vendió”.
Un allegado a la víctima aportó los datos que tenía del crimen y del tirador: “Sólo sé que es soldadito de los Funes, yo soy adicto y les compro a ellos, por eso lo conozco y con la descripción supe quien era. (…) Puedo describir donde se encuentra porque yo voy a comprar cocaína en ese lugar, se ingresa por Chacabuco a mitad de cuadra entre Centeno y Garibaldi”.
El caso ya tiene preso al paraguayo Rubén Darío “Chake” Morel (28), que fue detenido minutos después del crimen, en el búnker-aguantadero de los Funes de Chacabuco al 4100. Tras su caída, de una charla recuperada de un teléfono peritado un integrante de la banda de los Funes dijo que Morel es “el paraguayo que estaba preso en Buenos Aires y que el Alan trajo para el pasillo”.
De acuerdo con evidencia presentada por la Fiscalía, en marzo de 2022 –unos días antes del crimen de la Loca Mari– Morel, que nunca fue a la escuela y es analfabeto, ya anticipaba la realización de trabajos vinculados con el delito.
Ello quedó expuesto en un audio de WhatsApp rescatado de su teléfono con un interlocutor no identificado: “Vamos a rescatar una nave y vamos a hacer plata así nos compramos un par de ropa, boludo, que yo la tengo re clara para robar. Esto que hacemos nosotros es negocio aparte, ¿sabes? Vamos a respetarnos (SIC) y vamos a hacer las cosas bien piola, yo soy de palabra, boludo”.
María “Loca Mari” González había sido testigo de una balacera cometida el 19 de septiembre de 2021 contra una vivienda de la cuadra de Ameghino al 100, donde vive una familiar directa, a la 1 de la madrugada.
En ese domicilio se desarrollaba un cumpleaños cuando pasaron dos jóvenes en una moto Honda Tornado y que, después de disparar al aire con una ametralladora, rociaron de balas calibre 9 milímetros la fachada de la casa del festejo. González contó a la Policía a y personal del Ministerio Público de la Acusación (MPA) lo que vio esa madrugada, aunque no aportó nombres.
Al igual que su presunto matador, esa noche de septiembre los soldaditos de los Funes se metieron en el aguantadero de Chacabuco 4148 donde terminaron detenidos y además les secuestraron una ametralladora FMK3 y una pistola 11.25.
Un mes antes de que la mataran, González declaró en el Mpa “Sé que el barrio se lo disputan los Ungaro con los Funes y los Caminos, pero no conozco bien del tema”.
En esa casa de Ameghino al 100 vive una hija de González y su pareja, Iván, que es hermano de Brian Ismael “Pocha” Sánchez, un joven condenado a 20 años por tres homicidios y dos intentos. Acaso, la bronca haya venido por ese lado, por el parentesco directo de su yerno con el Pocha, especuló la mujer.
“No sé con quién anda ni con qué banda está Pocha. Nosotros pensamos que puede llegar a ser eso, ya que no estamos en nada raro, pueden preguntar a cualquier persona y les van a decir que no estamos en nada. Nos han hecho allanamientos varias veces buscando armas, pero nunca encontraron nada”, aseguraba la mujer en noviembre de 2021.