La escritora Poldy Bird, autora de "Cuentos para Verónica" y "Cuentos para leer sin rímmel" con los que vendió más de tres millones de ejemplares, murió a los 76 años, en la Ciudad de Buenos Aires, informaron sus familiares.
A través de su cuenta de Twitter, su hermana Fabiana Bird Mosconi, informó del fallecimiento de la escritora. "Falleció mi hermana Poldy Bird", escribió y agregó: "Adiós hermanita, ahora estás en paz y con Verónica".
La escritora, fallecida ayer, había nacido en la ciudad de Paraná, el 16 de diciembre de 1941, donde sólo residió cuarenta y cinco días, ya que su padre, Enrique Bird Mosconi, sobrino del general Mosconi, fue trasladado a Buenos Aires inmediatamente después de su nacimiento.
A los 20 años tuvo su primera hija, Verónica, a quien le dedicó gran parte de su obra y "Cuentos para Verónica" que la hizo famosa, al convertirla en un éxito editorial en 1969.
En 1971 publicó "Cuentos para leer sin rímel". Entre estos dos libros se vendieron, a los largo de los años y en las sucesivas ediciones, aproximadamente 3.600.000 ejemplares.
Estos cuentos, de portadas rosas o celestes con dibujos de niñas o adolescentes o mujeres jóvenes que aparecen sobre un fondo de flores, espejos y enredaderas, fueron editados por su propia editorial, Orión, que cerró en 2001, debido a la crisis económica.
La editorial, que había sido fundada en 1975, también publicó obras de escritores conocidos tales como Katherine Mansfield, Arnaldo Rascovsky, Antonio Di Benedetto y Silvina Ocampo.
En 1980 el cuento "Mamá de niebla" fue llevado al cine con el título Días de ilusión, en una película dirigida por Fernando Ayala y protagonizada por Andrea del Boca.
El 25 de octubre de 2008, la escritora sufrió un duro golpe al morir su hija, Verónica Renaud, a los 39 años, de un infarto masivo, como le había sucedido a su padre en 1997.
En 2010 y en memoria de su hija lanzó su obra “Tan amada”, que incluía relatos inéditos, poemas y algunos clásicos que quedaron en la memoria colectiva.
“No es verdad, no estás muerta, no hay una sola huella que indique que te has ido a ordenar las estrellas. Estas aquí, mirando, dando vueltas, susurrando. No llores, estoy cerca. No es verdad, no estás muerta. Al ángel encargado, por una distracción, se le cerró la puerta”, escribía en su primer poema Bird.
Allí se adentraba nuevamente en su mundo de fantasía, sueños y dolor.
En 2009, la editorial Del Nuevo Extremo publicó "El cuento infinito" que reunía doscientos de sus relatos. En ellos aparecían mujeres hastiadas de la rutina y que sufrían en silencio, hombres de perfil machista que querían la comida lista y otros que reclamaban una mujer dispuesta a sus arbitrios.
Otras de sus obras más importantes fueron "La nostalgia", "El país de la infancia", "Verónica crece", "Mariposas encerradas en mí", "Brillo de lágrimas", "Cartas debajo de la almohada" y "Lo que tengo de mi madre".