Este martes un poderoso supermercadista, blanqueó, entre risas, su postura frente a la inflación: “remarcar precios todos los días”. El comentario, dicho entre risas, no solo se cobró críticas por parte del presidente Alberto Fernández y la vicepresidenta Cristina Kirchner, sino que, para los supermercadistas más pequeños, blanqueó el poder de fuego que tienen los grandes. Desde Rosario, criticaron el desigual trato con los comerciantes de menores dimensiones, sobre todo del interior; advirtieron sobre las grandes empresas que remarcan semanalmente y arrastran la suba de otros productos detrás de ellos, y apostaron por acuerdos de precios a nivel local o regional como Precios Santafesinos.
El comentario “risueño” de la remarcación fue hecho este miércoles por el presidente de supermercados La Anónima, Federico Braun, de gran presencia en la Patagonia, en el marco de los 20 años de la Asociación Empresaria Argentina (AEA).
Desde Rosario, el titular de la Cámara de Supermercados local, Sergio López, señaló que la situación del supermercadismo de menores dimensiones y del interior es radicalmente distinta. Señaló que las grandes cadenas están en todas las mesas de negociaciones –sin ir más lejos, contó que ya fueron recibidos por las nuevas autoridades de la secretaría de Comercio nacional–, mientras que los supermercadistas más chicos y extra Buenos Aires, deben reclamar e insistir para ser oidos.
Y, agregó, son también los primeros en desconocer los acuerdos. “Hay que hacerse responsable de lo que uno firma, los primeros incumplidores son las grandes empresas, firman un convenio que luego incumplen”, apuntó.
“A las grandes cadenas le conviene, esto de trabajar las marcas que monopolizan el mercado”, advirtió y propuso afianzar un trabajo con impronta local, como Precios Santafesinos.
Aumentos semanales, precios acelerados
Consultado por el ritmo de aumento de precios, López dijo que “viene sostenido y da para seguir aumentando”. Actualmente, el promedio de aceleración oscila entre 6 y 7 por ciento mensuales, pero hay productos –aclaró– que superan ese porcentaje, como el fiambre (10%) y las gaseosas (12%).
“Hay cambios semanales, van partiendo los aumentos y los van tirando por semana”, agregó y explicó que esto no es nuevo, ya el año pasado los proveedores operaban a un ritmo similar, aunque más quincenal. Reconoció que algunos de los argumentos que esgrimen son razonables, y otros no.
Sobre las diferencias de precios dentro de la misma ciudad, entre el centro y los barrios, señaló que es propio de “esta distorsión de precios”.
“Vemos esa disparidad, por eso es importante armar programas locales. El consumidor no tiene que convalidar cualquier precio”, sostuvo.