Un empresario de Uruguay imputado por narcotráfico fue autorizado a venir a casarse a Rosario. Martín Mutio se lo vio en varios videos caminando con una mujer del brazo en la ciudad y fue el mismo fin de semana del triple crimen de Ibarlucea que también se dio también en un marco de boda de narcos.
La escena generó indignación porque Mutio, según la Justicia, está impedido de salir de Uruguay, ya que fue imputado por estar vinculado a delitos de narcotráfico, estafa y libramiento de cheques sin fondos.
En 2019, el empresario fue imputado por el hallazgo de 4,5 toneladas de cocaína en el puerto de Hamburgo, Alemania. El pasado noviembre, en 2021, la Justicia en Uruguay dispuso que durante 180 días debía fijar domicilio, estaba prohibido que saliera del país y no podía establecer comunicación con las víctimas de sus estafas y de sus cheques sin fondos.
Martín Mutio Ballester Molina se casó el sábado en Rosario-Argentina.
— daniel figares (@danielfigares) February 1, 2022
Se lo investiga por coautoría de narcotráfico y lavado de activos (4.5 toneladas de cocaína-Hamburgo), y estafa y libramiento de cheques sin fondo. La Justicia debe explicar cómo salió del país. (Carlos Peláez) pic.twitter.com/WYO9oLFPUE
Estas medidas cautelares fueron dispuestas para que no hubiera riesgo de que la indagatoria se oscureciera de alguna forma. Sin embargo, Mutio solicitó una autorización para contraer matrimonio en Argentina y esta le fue concedida, informó Javier Benech, el director de Comunicación de Fiscalía, a través del diario El País.
Unos días después de estar en Rosario, Mutio pidió una prórroga para estar allí más tiempo y esta se le fue negada. “Él tiene que regresar al país en estos días y acreditar su presencia” ante la Justicia, indicó Benech.
Como había informado El País, Mutio es un joven empresario proveniente de una familia de bodegueros uruguayos (Bodega Santa Rosa), pero también tiene raíces argentinas. Su familia por parte de su madre aparece vinculada con Hafdasa, empresa pionera en la primera mitad del siglo XX en la fabricación de vehículos y armas.
Para el embarque de cocaína a Hamburgo, Mutio creó la empresa exportadora CSA, y para esta usó un director (G.R.) y un accionista principal (N.O), ambos titulares ficticios, según consignó Fiscalía en noviembre pasado.
Según declaró Mutio, esto lo hizo así por "encontrarse embargado por mantener deudas con todos los bancos de plaza". Pero según Fiscalía esta "situación económica no se condice con el hecho de que el mismo posea cinco empresas más (L.S.A., L C, M S.A., A y T SRL), así como cuentas en Estados Unidos y España.