El cáncer de páncreas es, hasta ahora, una de las enfermedades más letales, que menor esperanza de vida le da a los seres humanos que la padecen. Por eso, es todo un acontecimiento que un grupo científicos haya podido demostrar la eficacia de un tratamiento contra este mal.
El cáncer de páncreas no es tan común, pues representa solo el 3% de todos los diagnósticos. Pero los médicos lo consideran sí como el más agresivo, pues tiene un índice de mortalidad del 99%.
El nuevo tratamiento que aporta una esperanza para bajar ese tremendo porcentaje es una combinación de dos fármacos que se usan para tratar ciertas leucemias y tumores como el melanoma y lo desarrollaron investigadores del Sanford Burnham Prebys Medical Discovery Institute, en San Diego, California (Estados Unidos).
El estudio publicado en la revista especializada Nature Cell Biology explica que los científicos comprobaron que el tratamiento redujo con éxito los tumores pancreáticos en ratones, y van a respaldar sus hallazgos con ensayos clínicos.
Los medicamentos utilizados son L-asparaginasa –que se usa para combatir la leucemia– y un inhibidor de MEK (un tipo de proteína) que deja a los tumores pancreáticos sin los nutrientes que necesitan para crecer y les impide adaptarse para sobrevivir.
La estrategia, explican los especialistas, es “matar de hambre” a las células con cáncer.
“Nuestro estudio identifica un posible tratamiento combinado que puede probarse inmediatamente contra estos tumores agresivos”, sostienen los médicos. Que ahora están evaluando como avanzar con este descubrimiento para poder aplicarlo en humanos.
Difícil de diagnosticar
La idea de concentrarse en el cáncer de páncreas obedece a que como se trata de una enfermedad difícil de diagnosticar los pacientes llegan a la etapa de tratamiento en un estado avanzado.
Por eso, una cuarta parte de los pacientes muere al mes de ser diagnosticado y el resto en el plazo de un año.
Síntomas
Algunos de los síntomas que indican riesgo de padecer cáncer de páncreas son: dolor de estómago, indigestión, pérdida inexplicable de peso y heces que flotan en lugar de hundirse.
Según una guía de la Fundación para la Excelencia y Calidad de la Oncología (ECO) identifica, por su parte, estos signos:
- Ictericia: coloración amarillenta de la piel que aparece cuando el tumor se origina en la cabeza del páncreas y causa la compresión de la vía biliar.
- Alteración de la glucosa en sangre: el páncreas tiene la función de generar la insulina que controlará el nivel de glucosa en sangre. Si el tumor altera dicha función se producirán descompensaciones.
- Digestiones pesadas: dolor abdominal originado en la zona del estómago e irradiado hacia la espalda o bien en forma de cinturón hacia los lados.
- Pérdida de peso: se produce en pocos meses. También se pierde el apetito.