Tras la victoria en el clásico de la ciudad, los hinchas de Rosario Central prepararon un espectacular y polémico recibimiento para su equipo. Con pirotecnia desde los cuatro costados de la cancha, los propios futbolistas quedaron tapados por el humo luego de su ingreso al campo. A la tarde, la Brigada de Explosivos había secuestrado 41 paquetes de pirotecnia, 38 bombas de estruendo y tres morteros. 

Incluso se observaron imágenes peligrosas, como la de un "hincha lanzallama" en el corazón de la popular.


Además, varios simpatizantes auriazules exhibieron carteles de cartón con forma de ataúdes y la imagen de jugadores de Newell's estampada.
Bebés al campo
Los muñecos con las camisetas de Newell's.