“Pasó como cuando se pone un premio y los chicos se pelean porque no se ponen de acuerdo. Entonces, al final se saca el premio y pierden todos”.

Esa reflexión sale del Ministerio de Economía de Santa Fe cuando justifican ante la consulta de Rosario3 la decisión de dar marcha atrás con la decisión de eximir de Ingresos Brutos a las cooperativas que procesan hasta 360 mil toneladas de granos, una propuesta incluída dentro de la "Ley Tributaria 2025" que despertó un fuerte lobby en contra por parte de los acopiadores santafesinos con el argumento de que provocaría una competencia desleal. 

Pero como dice el refrán, una gota hace rebalsar el vaso, pero cuando rebalsa, no rebalsa una gota.

“En este caso, los beneficiarios, encima, optaron por no salir a defender la medida”, se reflexionó no sin un dejo de decepción en el Ministerio de Economía, porque AFA no salió públicamente a poner el pecho a las críticas de los acopiadores, cayendo -entonces- el peso de los reproches de los acopiadores en la Casa Gris.  

Es que el principal beneficiario de la medida, y de hecho, el que la pidió era el moderno y competitivo molino harinero de AFA para revertir lo que entiende es una injusticia fiscal, porque era el único molino cooperativo que paga Ingresos Brutos, y eso les genera una diferencia competitiva en contra del resto que es tremenda.

Hasta ahora la excepción en Ingresos Brutos en Santa Fe rige, pero para cooperativas que procesan granos que cumplían dos parámetros: un tope de ingresos y otro de toneladas. Y como al molino de AFA le tomaban la facturación total de AFA y no el de esa unidad de negocios, quedaba afuera del beneficio. Al proponer eliminarse el requisito de ingresos, y dejarse solo un límite de toneladas, el molino de AFA y más cooperativas pueden ser alcanzadas por este beneficio.

Sabuesos al ataque

Pero también emerge otra polémica vinculada. El molino de AFA opera 100% en blanco. Y eso no es una constante entre sus competidores. “El 30% de la cadena harinera, del productor a la panadería, opera en negro”, se quejó años atrás el presidente de la Federación de la Industria Molinera (FAIM), Diego Cifarelli. 

Y en el ambiente estiman que se queda corto. El molino de AFA, por caso, no tiene entre sus clientes a importantes empresas de galletitas de la región porque son grandes compradoras en negro de la harina. Y eso también es una ventaja desleal para el que vende en blanco. Cómo logran quedar bajo el radar impositivo fábricas del interior con grandes plantas y marcas reconocidas es todo un misterio.

La compra de la bolsa de harina en negro que hace, por caso, una fábrica de galletitas del interior o una panadería, es posible porque luego le vende en negro al cliente, mayorista y minorista. Y la pregunta que asoma: ¿cuánto trasladan (en el precio de venta final) al cliente el beneficio obtenido de no pagar impuestos? ¿Lo trasladan? Así que de punta a punta de la cadena hay eslabones que logran manejarse fuera del radar generando competencia desleal y rentas extra. 

Pero hay más sobre la cuestión impositiva. “Los que iban a tener el beneficio se quedan sin él. Y los que hicieron bardo, van a tener al fisco mucho más atento a sus operaciones”, deslizan en el Ministerio de Economía de Santa Fe a Rosario3.  

Así que los miembros de Sociedad Gremial de Acopiadores de Rosario y en el Centro de Acopiadores de Cereales y Oleaginosos de Santa Fe - quienes, a decir por el gobierno, fueron los que “hicieron bardo”- deben tomar nota que van a tener a los sabuesos provinciales merodeando. Y esta gestión del Ministerio de Economía santafesino no habla sin actuar.

Contrabando 

Precisamente, Cifarelli -quien esta semana fue reelecto por unanimidad al frente de la federación molinera- aprovechó su paso por el cocktail de fin de año que organizó la Federación de Acopiadores en la Bolsa de Cereales de Buenos Aires para resaltar la preocupación del sector por el crecimiento de contrabando de harina a Bolivia. 

“Nuestra industria harinera exporta 500 mil toneladas al año porque tenemos dos países consumidores casi cautivos, como Brasil y Bolivia. Y lo que estamos viendo ahora es que con la crisis de divisas que hay en Bolivia se está exacerbando el contrabando. Pero muy fuerte”, comentó en declaraciones a la prensa.

“Los números son contundentes. Bolivia consume 315 mil toneladas de harina anual. Así que o compraron esa cantidad o el trigo para procesarla. Pero este año tenemos registradas 130 mil toneladas exportadas. Eso quiere decir que unas 200 mil toneladas pasaron por contrabando en frontera”, calculó.

“El contrabando lo hacen bajo la figura de tránsito vecinal fronterizo. Tenemos videos de gente entrando carretillas cargadas con bolsas o camionetas repletas con bolsas; eso no es para consumo hogareño. ¿Quién se lleva a su casa unas tres o cuatro bolsas de 25 kilos? ¿Quién consume particularmente una bolsa de trigo de 50 kilos? Nadie”, resaltó Cifarelli.

El presidente de la federación contó que se reunieron días con la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, para alertarle sobre el tema y hasta le llevaron los videos que recogieron. Los empresarios se fueron convencidos de que la alta funcionaria cumplirá su promesa de tomar cartas en el asunto. 

Pero, a fin de cuentas, el tema central sigue siendo la muy alta presión fiscal sobre la producción. “La presión impositiva sigue afectando los números de los productores y eso podría desincentivar la producción de trigo, y por eso seguimos pidiendo que se reduzcan las retenciones en el sector”, completó el recién electo titular de la Federación Molinera.

En soledad

En el coctail de la Federación de Acopiadores, su titular -Fernando Rivara- cargó sobre un tema que también destapó la cuestión con la que iniciamos esta columna: el tratamiento diferencial impositivo entre cooperativas agropecuarias y el sector privado.

"Si sacan la exención de Ganancias a cooperativas y eliminan privilegios en Tierra del Fuego, se consiguen u$s2.000 M para bajar ya retenciones sin alterar el equilibrio fiscal", dijo el dirigente empresario.

Rivara no se pronunció en tono aguerrido o combativo, sino que aprovechó el clima de época -desregulaciones- para poner públicamente a debate un tema sobre la mesa que en ámbitos privados cerealistas se conversa mucho: ¿Por qué las grandes cooperativas de agro (sobre todo ACA, que es un holding que tiene aseguradoras, puertos, aceiteras, y negocios diversificados, como el inmobiliario, todo con el tamaño de una multinacional) no pagan Ganancias?

El debate es viejo, y las cooperativas presentan sus argumentos. Por ejemplo, el excedente de la cooperativa se reparte entre sus asociados y ellos pagan ganancias por ese retorno. Y además las cooperativas pagan un impuesto que las sociedades no abonan, que es el Impuesto al Patrimonio, que en años como estos es más alto que Ganancias.

Pero lo que aportamos ahora es que el "grito" de los acopiadores no tuvo eco en otras cámaras empresarias que, por lo bajo, siempre se quejan del tema. En efecto, no hubo entidad vinculada a la industria o los servicios del agro que se sumara al debate, pese a que sus socios recurrentemente se quejan del tratamiento fiscal diferencial. ¿Por qué será? Un tema para una próxima "Charla de Mercado" en Rosario3.