El Gobierno nacional autorizó un aumento en las tarifas de luz y de gas para el inicio de 2025 que sería menor a la inflación esperada. Este mes, se validaron subas en los precios mayoristas de entre 2% y 2,5%.
A partir de enero, los incrementos serían de 1,6% en energía y de 1,8% en en el gas natural por red para todo el país.
El Ministerio de Economía busca continuar con el proceso de baja de la inflación y anclar la evolución de los precios de la economía a una cifra mensual que esté por debajo del 2%, pero también seguir eliminando subsidios.
Espera también poder hacer una desaceleración de la tasa de devaluación del peso contra el dólar oficial (llevar el crawling peg del 2% al 1% mensual).
Las facturas de los servicios tienen cuatro componentes: la generación de la electricidad o la producción de gas y sus importaciones -este segmento es en donde se canalizan los subsidios o el ahorro fiscal-; el transporte y la distribución -segmentos regulados por la Nación y/o las provincias-; y los impuestos.
Como cada nivel de usuario según ingresos (N1: altos; N3: medios; N2: bajos) paga un importe distinto por la energía, se habla de impacto promedio en las facturas, informó la Agencia de Noticias Argentinas.
Para llegar a los aumentos de tarifas de 1,6% en la luz, la Secretaría de Energía mantendrá sin cambios el Precio Estacional (PEST) de la energía eléctrica hasta febrero, con impacto a nivel nacional.
Asimismo, como el precio del gas está dolarizado -alrededor de US$ 3,50 por millón de BTU-, Energía actualizará su valor en el Punto de Ingreso al Sistema de Transporte (PIST) exclusivamente por la devaluación oficial -2%-, que se traslada directamente a los usuarios como hogares, comercios e industrias.
Y el Ente Nacional Regulador del Gas (Enargas) habilitará una suba del 2,5% en los ingresos de las compañías que regula: Transportadora de Gas del Norte (TGN), Transportadora de Gas del Sur (TGS), Metrogas, Naturgy, Camuzzi, Distribuidora de Gas del Centro, Distribuidora de Gas Cuyana, Litoral Gas, Gasnor y Gas NEA.
La idea del Gobierno es tener definidas nuevas tarifas de luz y gas hacia fines de marzo o principios de abril, con incrementos finales a los usuarios que sean de un dígito: hasta 9,9%, como máximo.