En la última sesión de la Cámara de Diputados de Santa Fe se aprobó un pedido de informe sobre los nacimientos de bebés con síndrome de abstinencia neonatal en la provincia. En concreto, lo que quieren saber los legisladores es si hay un incremento en estos casos y qué es lo que se está haciendo al respecto.
El síndrome de abstinencia neonatal (SAN), según el proyecto que se aprobó el último jueves, se presenta en recién nacidos expuestos al consumo de sustancias adictivas durante la gestación. “Después del parto, el bebé no puede recibir el medicamento proveniente del torrente sanguíneo de la madre. Esto hace que el bebé tenga abstinencia”.
Además de darse por el consumo de sustancias prohibidas, como puede ser la cocaína, también aparece en los casos donde las madres consumen analgésicos recetados por dolores intensos como la morfina.
“Lo que queremos preguntar es qué es lo que está ocurriendo y qué es lo que va a hacer la provincia con respecto a esto. Cuando nacen los bebés de mamás con problemas de sustancias, algunos nacen con problemas de corazón, otros con retrasos mentales y muchos nacen prematuros”, detalló Granata durante su discurso en el recinto.
La legisladora detalló además que su inquietud surgió a partir de un informe de la Red Ruido que advierte que “cada vez más niñas y niños nacen expuestos a sustancias de abuso”. De acuerdo a ese mismo reporte, en los últimos 5 años en la Maternidad Martin de Rosario creció un 189% la cantidad de embarazadas a las que se les detecta un consumo problemático.
También en Rosario –en el hospital Roque Sáenz Peña– el 1,7 por ciento de los niños y niñas nacen expuestos al menos una droga de abuso. En 2023 se asistieron 1.361 partos, de los cuales en 24 se encontró una sustancia o más, siempre según sostiene el informe de Ruido.
Según pudo consultar Rosario3 a la secretaría de Salud municipal, el incremento de embarazadas con consumo problemáticos no necesariamente se traslada a bebés con síndrome de abstinencia neonatal ya que la mayoría de las mujeres gestantes que se atienden en los hospitales públicos tienen al menos tres controles durante el embarazo y, al detectarse el consumo, se les hace un seguimiento y se trabaja principalmente al momento de la lactancia.