Una semana intensa va quedando atrás. Comenzó con el crimen de Andrés Bracamonte el sábado pasado a la noche, un hecho altamente conmocionarte, y continuó a todo ritmo con la aprobación de la reforma judicial, una de las cartas más fuertes que jugó el gobierno de Maximiliano Pullaro. El ministro de Gobierno provincial, Fabián Bastía, una persona del círculo más cercano y de extrema confianza del gobernador y motor de los acuerdos políticos que posibilitaron avanzar con los cambios en la Justicia, habló a solas con Rosario3.
Anunció que el Ejecutivo enviará los pliegos para ocupar los lugares vacantes en la Corte Suprema de Justicia “en diciembre o cuando estén los nombres” de los posibles candidatos. Esto, a partir de la sanción de la reforma judicial que aprobó la Legislatura santafesina el jueves último y que fue impulsada por el oficialismo contando con el apoyo de otras fuerzas como el perottismo y la izquierda.
Envalentonado, el funcionario cree que se podrá lograr incluso un “consenso mayor” para la declaración de la reforma de la Constitución provincial, algo que apuestan a que salga antes del 30 de noviembre cuando concluyan las sesiones ordinarias.
Bastía señaló que el Gobierno va a utilizar “las herramientas que tiene al alcance de la mano” para hacer cumplir el límite de 75 años, fijado por la nueva norma, como edad para que los cortesanos deban jubilarse. Fue muy crítico con los jueces y fiscales que denunciaron a la administración provincial de pretender limitar al poder Judicial, como así también con los alcances del fallo que aceptó un amparo contra la reforma previsional presentado por ex magistrados.
La entrevista
–Hace una semana ocurrió el doble crimen en Rosario donde mataron a Pillín Bracamonte, muchos anticipaban que se terminaba la paz en Rosario, ¿cómo evalúa la situación?
–Es que la realidad de Rosario no tiene nada que ver con lo que había un año atrás y está a la vista. Tampoco podemos descontextualizar nada. Bracamonte era una persona con actividades complejas y cuestionadas, ya había sufrido 29 atentados antes que este, el entorno en el que se desenvolvía lo ponían en lugar problemático aunque no justifica la violencia.
–¿Se han reforzado algunos objetivos en materia de seguridad, se trabaja con un recelo mayor ante lo ocurrido?
–Hay que respetar la investigación, los supuestos no ayudan. Hay que trabajar técnica y responsablemente, cuando haya novedades que tengan que ver con la investigación judicial y ahí recién se actuará. Hablar de probabilidades nos hace mal. Hubo agoreros que decían que en Rosario iban a pasar cosas trágicas, esa no es la forma de construir o cuidar una ciudad.
Reforma judicial
–¿Qué lectura hace el gobierno tras la sanción de la reforma judicial en la Legislatura el pasado jueves?
–Es un gran paso en el camino de la renovación y modernización de la Justicia. La ampliación del número de integrantes de la Corte obedece a la necesidad de salir de una situación atípica y anormal y es que cada que hay un empate alguien que no es de la Corte debe desempatar. Apuntamos a un cambio en la Justicia fundado en la necesidad de eficiencia, cercanía, velocidad, que la sociedad demanda ya que no puede seguir rehén de un sistema burocrático, lento, caro e ineficiente, con mala distribución de los recursos humanos. La Corte es el órgano de gobierno de la Justicia, entonces es muy valioso trabajar en los perfiles de quienes vayan a conducir el poder Judicial.
–¿Cuáles deberían ser los perfiles de los integrantes del máximo tribunal?
–Tienen que ser personas con alto compromiso democrático, entender la necesidad de la eficiencia de los recursos, ser cercanos y empáticos con la ciudadanía, entender que están en un lugar de servicio y de no privilegios cuyo objetivo es estar al servicio de la ciudadanía y no de un status quo.
–¿Cuándo el Gobierno va a mandar los nombres de quienes van a integrar el futuro tribunal y si ya tienen nombres?
–No hay nombres. Vamos a mandar en diciembre, o cuando estén los nombres, los tres pliegos para el nuevo vocal y los dos para ocupar las vacantes de Netri y Gastaldi. No vamos a hacer las cosas con exabruptos sino ordenadamente y dando los pasos que hay que dar para un nuevo proceso de conducción del poder Judicial de Santa Fe.
–¿El gobernador va a apelar a un decreto para remover a los tres integrantes de la Corte que hoy son remisos a dejar sus lugares pese a tener más de 75 años?
–Lo que queda claro hoy es la voluntad legislativa, los preceptos constitucionales tanto de la Provincia como Nación con el límite de los 75 años. La ley aprobada ha puesto de manifiesto esta pacífica doctrina, cuya jurisprudencia y norma superior establece la edad límite para jubilarse. Nosotros vamos a dar los pasos que tenemos que dar para con los integrantes de la Corte que hayan cumplido esa edad y no hayan optado aún por jubilarse.
–¿Entonces se los hará cesar de sus funciones por decreto?
–Utilizaremos las herramientas legales que correspondan ya que todos en están en condiciones de acceder al beneficio jubilatorio que les corresponde.
Acuerdos por las reformas
–¿Hubo un acuerdo con el perottismo para avanzar con la reforma judicial?
–Hay un amplísimo consenso de que no se podía seguir con seis vocales en la Corte, que había que incorporar normas como audiencias públicas, escuchar la opinión de las ONG; y sino fue mayor por cantidad de votos es porque hay determinados actores que optaron por ponerse como oposición misma. Hasta hubo proyectos que no eran de nuestro frente o partido.
–El Ejecutivo ya logró la reforma previsional y la judicial, ¿ahora va por la declaración de la necesidad de la reforma de la Constitución?
–La Constitución tiene 62 años y en la Legislatura hay proyectos de diversos partidos y un alto consenso para declarar la necesidad de la reforma. Ese es el lugar de debate y vamos a acompañar el proceso. Ahora falta acordar cuales son los puntos del consenso.
–¿Para avanzar con la necesidad de la reforma constitucional se puede repetir el mismo esquema de acuerdos alcanzado esta semana para la reforma judicial?
–Como te decía, para la reforma hubo menos consenso de lo que se tenía ya que algunos votaron en contra para diferenciarse. El consenso para la reforma de la Constitución es mucho mayor que el del jueves pasado. Cuando hay voluntad de construir, sin dejar de lado las diferencias, hay grandes chances de cambiar la matriz institucional y productiva de la provincia.
–¿El principal diálogo es con un sector del peronismo?
–El diálogo es con todos los sectores. Yo hablo con todos, primero están la institucionalidad y los santafesinos.
Disputa con los jueces
–El miércoles pasado hubo una conferencia de prensa donde las asociaciones que nuclean a jueces y fiscales cuestionaron la reforma judicial. Señalaron que los cambios apuntan a la pérdida de independencia del poder Judicial y que son una forma de influir sobre los magistrados. ¿Cuál es la respuesta?
–Así como soy respetuoso de las instituciones que nuclean a los jueces y fiscales, es importante que respeten la nuestra. Les podrá gustar o no la forma de gobernar, de dar los debates, pero estamos cumpliendo la palabra empeñada en las elecciones y planteamos la renovación de la Justicia mucho tiempo antes que asumimos. Creo que cuestionar la salida de un esquema de empate y llevar a la Corte a un número impar, es usar un atajo poco sustentable cuando no hay argumentos para criticar a quien propone esos cambios. No puede ser que los jueces no paguen Iapos, salvo algunos, Y gozan de ese beneficio que ha sido auto-otorgado. No puede ser que no paguen Ganancias salvo los que ingresaron desde 2017. Creo que lo importante es que somos un gobierno de ciudadanos y no un gobierno de corporaciones o de privilegios que otorgan esos lugares. No vamos contra las personas y queremos corregir el sistema y con los jueces que están adentro. Eso sí, entendiendo que hay un cambio de época, y es para todos y no sólo para algunos. Al esfuerzo hay que hacerlo entre todos.
–Hubo un amparo contra la reforma previsional por parte de ex magistrados que fue aceptado por una jueza laboral y eso generó una reacción contraria del gobierno
–Es difícil hablar de los fallos. Me voy a detener en expresiones del fallo. Cuando un magistrado manifiesta que quita beneficios y que afectan imparcialidad, entonces si alguien se ve afectado y no puede resolverlo evidentemente la ley prevé que puede excusarse y dejar que otro lo haga. Este fallo ha contemplado posiciones que ya presentaron los magistrados antes de que la ley se sancionara. Contiene conceptos muy corporativos, de autodefensa corporativa, y eso no le hace bien. Nadie discute el fondo, lo que hay que entender es el contexto y que no viven en una sociedad ajena o paralela. Muchos trabajadores ganan sumas irrisorias y es incuestionable la situación de emergencia de la Caja con un déficit proyectado de 400 mil millones de pesos al 31 de diciembre. Hemos apelado el fallo y recusado a la jueza por su cercanía y amistad con los actores que llevan adelante las acciones. Nunca nos metemos a opinar de los fallos y de los jueces, en ningún caso ha ocurrido.
–¿Qué le diría a los jueces entonces?
–Deben entender que prestan un servicio público como cualquier funcionario del Estado y están en el más alto nivel. Hay que comprender el contexto y a la sociedad a la que debemos atender, ser parte de la sociedad y no ser ajeno.
–Se lo vio cerca del presidente de la Corte, Rafael Gutiérrez, en el acto en Cayastá el viernes último, ¿hablaron de estos temas?
–Conversamos sobre el acto, no hablamos de Justicia ni de política. Con Gutiérrez tengo una relación personal muy buena, no voy a hablar de los jueces ni de las personas. Voy a hablar de cómo tiene que funcionar el servicio de Justicia. No tengo porqué hablar de las personas, tengo diálogo, y diferencias también.