Entre las intervenciones más interesantes del último Encuentro de Transporte Fluvial que organiza cada año el Instituto de Desarrollo Regional, estuvieron los especialistas en temas internacionales Esteban Actis y Julieta Zelicovich. Describieron un cambio de etapa, de la hiperglobalización” a “una nueva globalización, que no es la vuelta a la Guerra Fría, no es la desglobalización, sino que coexisten una lógica de la rentabilidad y la búsqueda del negocio, con la lógica del riesgo. Y eso hace particular este momento histórico.
No sirven los análisis de la Guerra Fría porque la interdependencia adquirió una profundidad que hace difícil desandar ese camino. Una de las características del contexto de Guerra Fría era la impermeabilidad interbloques. Es decir, los bloques permanecían separados, y al interior de ellos un líder hegemónico podía brindar la cantidad de bienes públicos y generar un mundo de negocios, pero hoy eso no es posible. Eso hace que necesitemos nuevos lentes teóricos para mirar una globalización en la que hay riesgos y sectores específicos (funcionan) con lógicas particulares”.
Para Zelicovich “hay un desajuste entre la dinámica que busca el mercado con ese ímpetu por la rentabilidad, y el riesgo que los Estados desean que los mercados asuman. El problema es que los Estados buscan volver a ganar un poder que perdieron sin tener la capacidad, a nivel global y fiscal, de hacerse cargo de ello. Por lo tanto empiezan a aparecer sectores identificados como especialmente sensibles en la política internacional”. ¿Qué sectores? “Semiconductores, baterías, minerales raros, farmacéuticos, tienen incentivos para un desacople (del mercado global). Pero en el resto conviven en tensión la dinámica de riesgo con la de rentabilidad, y eso supone un desafío a la inserción internacional, que implica asumir esos riesgos”.
¿Cómo encaja ese contexto en la realidad cercana de Santa Fe y Argentina? “Infraestructura va a ser un tema muy sensible –corredores bioceánicos e inversiones portuarias–, hoy está atravesado por espacios de poder, de geopolítica de los accesos, que no es un tema menor. Los mares pueden volver a ser un tema central en la disputa entre los bloques. Los Estados y los privados van a tener que navegar esas aguas turbulentas”, describieron los especialistas.
Eso explica la relevancia de la reconcesión de la hidrovía en el tramo de 1.238 kilómetros del río Paraná que corresponden a Argentina y si el contrato de dragado y balizamiento, uno de los más grandes del mundo, queda en manos de una firma del bloque Estados Unidos-Europa o del bloque asiático (China concretamente).
Ambos bloques activaron un poderoso lobby para quedarse con el negocio (ver el podcast de Rosario3). En medio de muchas idas y vueltas, con el fin de disipar presiones y que le embarren la cancha, el gobierno creó el Ente de Gestión y Control de la Hidrovía, que será el encargado de licitar y adjudicar (como viene la mano recién ocurrirán en 2023 o 2024). De modo que si alguien quiere “llamar” a quienes toman las decisiones, en lugar de llamar a un ministro tiene que hacer 15 llamados distintos porque esa es la cantidad de integrantes del Consejo Directivo que tomará la decisión. 8 son de Presidencia y distintos ministerios nacionales y los 7 restantes de las provincias costeras. Esta semana el ente quedará constituido formalmente en Rosario y su titular Andrés Sujarchuk abrió el paraguas: dijo que ya encaminó la certificación ISO 37001, relativa a prácticas antisobornos y anticorrupción.
Hay todo un abanico de áreas e intereses geoeconómicos que ambos bloques disputan en Latinoamérica y Argentina. La hidrovía es uno más. Desarrollo de las redes 5G, control de las áreas marinas, comercio y minerales imprescindibles para las nuevas tecnologías.
Incluye la colaboración en temas de seguridad. Aquí vuelve a entrar Santa Fe, porque es en ese contexto que se está gestando una "Unidad Especial de Investigación contra el Crimen Organizado" mencionada por el gobernador. Por el tema ya hubo dos reuniones con funcionarios de la embajada norteamericana. Los detalles se mantienen en reserva, pero todo indica que se trata del modelo que la DEA armó con otras fuerzas provinciales y federales en el NOA y el NEA hace más de una década. Según reveló una ex funcionaria del Ministerio de Seguridad de la Nación entre 2020 y 2021, el aspecto a tener en cuenta es la autonomía operativa y financiera (con fondos de la DEA) que adquieren estas unidades con respecto a las jefaturas locales.
De Ushuaia al Chaco
Mientras el mundo se reacomoda, en el país más austral del mundo reina el desorden en la política. Hace poco, los politólogos Federico Zapata y Pablo Touzón lo describieron así: “… a pesar del espectáculo poco edificante que ofrecen a diario las élites políticas argentinas, atomizadas en sus 500 internas por metro cuadrado”… “existe un orden, aun cuando éste no sirva para resolver ninguno de los problemas críticos de la agenda nacional”. La interna del Frente de Todos es la menos edificante porque tiene la responsabilidad de gobernar.
Esta semana se profundizó la interpelación pública por parte del cristinismo al presidente. Primero Andrés Cuervo Larroque contra los tres ministros más próximos al presidente y luego con el presidente mismo. Nada que los lectores de este panorama dominical no hayan leído en detalle el 10 de abril pasado.
Le siguió la vicepresidenta desde Chaco, con otro discurso sin concesiones. “¿Sabía el albertismo que el presidente quiso que sea Larroque el ministro de Desarrollo Social y que Máximo Kirchner le aconsejó que en su lugar fuera Juanchi Zabaleta?”, se pregunta un dirigente santafesino. Cristina revela infidencias con la precisión de una tiradora olímpica.
Los dardos se repitieron contra el área económica y la imposibilidad de acumular reservas. Cuestionó que los dólares captados por el comercio de bienes en un contexto muy favorable para el país se fueron en pago de deuda externa privada, que la mayoría de los casos es con las propias casas matrices. Para Cristina, Kulfas y Guzmán explican que el gobierno de Alberto Fernández le está “fallando a quienes depositaron tanta esperanza”. Ella, lo dijo sin ambigüedades, lo eligió a Alberto porque no tenía poder ni partido, y ahora va por el rescate de la identidad y la salvaguarda del contrato fundacional del Frente de Todos.
Siempre es la seguridad
El gobernador Perotti y el intendente Javkin se trajeron otros 300 gendarmes y un comandante para centralizar la coordinación de las fuerzas federales tras reunirse con el presidente. Al día siguiente el intendente de Santa Fe Emilio Jatón fue a reclamar la parte para su ciudad en un mano a mano con el ministro Aníbal Fernández.
Al salir de la Casa Rosada, Javkin fue a verlo al presidente de la Corte Horacio Rosatti y luego habló por teléfono con el otro juez santafesino, Ricardo Lorenzetti. La Corte completa descenderá esta semana a Rosario como “señal de involucramiento” en una jornada sobre juzgamiento del narcotráfico. Hay que reparar en ese dato: dos ministros de la Corte sobre cuatro son santafesinos. ¿Alguna vez se le podrá sacar provecho?
Esta bien reclamarle al Estado federal porque siempre fue parte del problema. La cuestión es que faltan respuestas a las eternas falencias que dependen de los santafesinos. Por ejemplo, la facilidad con que los miembros de las bandas detenidos siguen operando tras las rejas se exhibe cada semana en las audiencias que lleva adelante la fiscalía. Es inadmisible que ocurra desde las cárceles federales, pero también las locales. Por ejemplo, 3 de los imputados esta semana de la banda de Ariel Máximo El Viejo Cantero reclutaban tiratiros, negociaban precios y zonas de extorsión y comercialización de estupefacientes, y ordenaban ataques a personas e inmuebles. Todo desde un celular en extensas conversaciones desde una celda de Coronda.
En paralelo, el hallazgo de 137 módulos alimentarios del Plan Cuidar en la casa del Viejo Cantero es un llamado de atención para el gobierno municipal. Quedó en evidencia que hay ayuda estatal que termina en el circuito clientelar del narco y que se requiere una urgente revisión de su trazabilidad, más después de que se confirmara que el incendio en las oficinas de la Secretaría de Desarrollo Social fue intencional.
Socialistas y el recuerdo de Lifschitz
Este lunes 9 de mayo se cumplirá un año de la muerte de Miguel Lifschitz, un sismo que redibujó la topografía de la política santafesina, en especial de la oposición, pasando de un liderazgo ancho y diverso a un archipiélago de partidos y espacios que declararon sus autonomías pero preservaron la virtud de no canibalizarse. Conservan la llama encendida por caso que el futuro les tienda un sendero común.
En medio de los homenajes el Partido Socialista de Santa Fe se convocó en la capital provincial para una amplia reforma de su carta orgánica con todos los sectores internos adentro. El documento final traza un diagnóstico sobre la realidad se define como “oposición seria y responsable” y dice que es el momento oportuno para avanzar con la reforma constitucional.
La Evolución radical
A pocas cuadras de allí, radicales de todo el país capitaneados por Martín Lousteau terminaron de dar forma a una corriente interna denominada Evolución Radical que se presentó en sociedad en diciembre, cuando 12 diputados y 2 senadores hicieron rancho aparte en el Congreso con los votos que habían sacado en las urnas. Aquella disputa excedía la presidencia de la bancada: era la irrupción de un proyecto de poder de perfil socialdemócrata que se propone sacar del “inmovilismo” al partido y correr a los “que están cómodos durando”.
Lousteau, que ya anunció que disputará la jefatura de Gobierno porteño en 2023, sintetizó la diferenciación que pretende Evolución en el marco de la UCR y Juntos por el Cambio: “Ni Ceos ni chantas, cuadros políticos con los pies en el barro”.
Evolución se posicionó en el lugar al que quería llegar. Este fin de semana hizo recuento de tropa y puso en escena los candidatos competitivos de Santa Fe (Pullaro), Capital (Lousteau), Córdoba (De Loredo), Tetaz (Buenos Aires), parlamentarios y legisladores, intendentes y dirigentes de los radicalismos provinciales. Cualquiera que quiera armar tendrá que golpear las puertas de Evolución. Y eso, según Lousteau, conlleva que los comandantes radicales y el PRO acepten la competencia interna en las Paso y rediscutir las ideas, planes y políticas de la coalición.