Claudia Sheinbaum asumió este martes como la primera mujer presidenta de México para el sexenio de 2024 a 2030 en una ceremonia en la Cámara de Diputados a la que asistieron casi una veintena de mandatarios internacionales y cientos de representantes de países y organismos multilaterales.
"Les manifiesto: en nuestro gobierno garantizaremos todas las libertades, la de expresión, de prensa, de reunión, de movilización. La libertad es un principio democrático y nosotros somos demócratas, se respetarán los derechos humanos y nunca usaremos la fuerza del Estado para reprimir al pueblo", declaró en su primer discurso en el Zócalo de Ciudad de México, la mayor plaza pública del país.
El mandatario saliente, Andrés Manuel López Obrador (2018-2024), entregó la banda presidencial a la presidenta de la Cámara de Diputados, Ifigenia Martínez, quien colocó la prenda tricolor a Sheinbaum, la primera mujer que gobernará el país tras más de 200 años de ser una república.
La gobernante mexicana negó que en el país haya "autoritarismo" por reformas como la que permitirá elegir por voto popular al Poder Judicial y la que cedió al Ejército el control de la Guardia Nacional, un cuerpo de seguridad de 130.000 elementos creado por López Obrador en 2019 con la promesa de mantenerlo civil.
"Respetaremos y garantizaremos la libertad religiosa, política, social, cultural y sexual de nuestra sociedad. Cualquiera que diga que habrá autoritarismo está mintiendo", aseveró.
También argumentó que "quien crea que la Guardia Nacional estando en la Secretaría de la Defensa Nacional es militarización está totalmente equivocado".
La presidenta tendrá en la seguridad su principal reto tras un récord de más de 190.000 homicidios durante el sexenio de López Obrador.
Además, afronta una pugna interna del Cártel de Sinaloa tras la captura en Estados Unidos el 25 de julio de Joaquín Guzmán López, hijo de Joaquín 'El Chapo' Guzmán, e Ismael 'El Mayo' Zambada, lo que ha desatado semanas de violencia y cerca de un centenar de asesinatos en el noroeste del país.
Pero Sheinbaum descartó una “guerra contra el narco” como la que declaró el expresidente Felipe Calderón (2006-2012), al insistir en que su estrategia de seguridad se basará en "atención a las causas", la "inteligencia e investigación", la Guardia Nacional y "cero impunidad".
"En materia de seguridad, garantizaremos la disminución de los delitos de alto impacto, no regresará la irresponsable «guerra contra el narco» de Felipe Calderón que tanto daño le sigue haciendo a México, nuestra convicción es que la seguridad y la paz son fruto de la justicia", afirmó.
Tras la sesión en el Congreso, Sheinbaum se dirigió al Palacio Nacional, donde comió con los mandatarios invitados, entre quienes estuvieron los presidentes de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva; de Chile, Gabriel Boric; de Colombia, Gustavo Petro; de Cuba, Miguel Díaz-Canel, y de Honduras, Xiomara Castro.
También asistieron personalidades como la primera dama de Estados Unidos, Jill Biden, y el alto representante de la Unión Europea (UE) para Asuntos Exteriores, Josep Borrell.