En una provincia sumergida en crisis institucional y con serios conflictos de poderes, donde los jueces se ocupan de asuntos que la política desajustó o no logra resolver, y una pandemia que golpeó empleos, expectativas económicas y la vida misma, puede que suene desafinado un cierre de listas a concejales, comisiones comunales y algunas intendencias. Pero si hay cierre de listas es porque se vota y eso nunca debería dejar de ser noticia en un país que durante años y años no pudo expresarse en las urnas. Nunca olvidarnos, a pesar que por momentos la política resulte grotesca.

Los conflictos institucionales más pesados que atraviesan Santa Fe descansan en manos de jueces de cámaras de apelaciones o directamente en las Cortes de la provincia y Nación. Los vaivenes que estos fallos, que en algunos discuten la constitucionalidad de pasajes de la Constitución provincial, se superpondrán en el tiempo con el desarrollo del proceso electoral, que ayer dio un paso relevante con inscripción de candidatos locales y terminará recién en noviembre con las elecciones generales.

Antes de sumergirnos en nombres, listas, acuerdos y alianzas, merece destacarse que fue el primer cierre de listas desde que Santa Fe tiene ley de paridad. Ya no cupo femenino sino paridad.

Quienes vienen de experiencias anteriores sostienen que se complicaron los armados en la mayoría de las fuerzas políticas. Avizoran situaciones que volverán a poner en entredicho el apego a la voluntad popular. “De encabezar una lista y obtener una importante cantidad de votos, podés quedar por tu género abajo de otro que tuvo menos que vos”, ejemplificaba ayer un experimentado armador. Estas situaciones ya ocurrían con el cupo femenino y ahora seguramente serán más. No pocos casos terminaron judicializados, pero a partir de fortísima voluntad de los legisladores que aprobaron la ley de paridad, será cuestión de hacer camino al andar a medida que se vean en la práctica el alcance de la norma.

También advierten sobre el impacto en la conformación de alianzas entre agrupaciones. “Tal vez vos que representás una agrupación de mayor peso, encabezás la lista, pero después ingresa tu segundo que es de un agrupamiento menor, pero le corresponde el lugar por género”. Debe quedar claro que esta columna recoge impresiones al pie del horno donde se cocinaron las listas, y que es lo que vivieron aquellos que debieron operar por primera vez en el armado real con ley de paridad. No implica un juicio ni impugnación.

Temporada de elecciones


Vuelta de página. Un cierre de listas es, además del cautivante desfile de nombres y disputa de espacios, la fotografía de un estado de situación, una suerte de resonancia magnética que pone ante los ojos acuerdos y distanciamientos subyacentes.

Empecemos por el oficialismo. El primer cierre de listas de Pablo Javkin desde que es intendente. Javkin se muestra contento con el resultado final, aunque no dejó de señalar en su entorno que le hubiera gustado “un marco de acuerdos más razonable”.

La lista que lleva su marca ubicó al periodista Ciro Seisas en primer lugar, Natalia Amalevi de Radicales Libres, un javkinista puro como Mariano Roca, la militante social Claudia Fleitas, Alejandro Pastore por el GEN y en el sexto lugar Carla Faciano que es una referente del fútbol femenino de Rosario Central.

Por afuera competirán dos listas del socialismo, otra que encabezará el concejal del PDP Lisandro Zeno y una de organizaciones sociales que armó el ex FTV Juan Carlos Rodríguez.

El intendente es el principal referente de todas ellas, pero los próximos dos años de gestión y su proyección provincial se juegan con los nombres que él eligió: Ciro Seisas y María Eugenia Schmuck como legisladora nacional. El potencial electoral que consiga ese trío es la llave maestra con la que Javkin imagina nuevos desafíos.

Las negociaciones más duras son con el Partido Socialista y sus partes. Entre martes y jueves hubo intensas negociaciones con Mónica Fein y Juan Carlos Zabalza. Había enojo por el convencimiento de que desde el Palacio de los Leones se azuzaba la división de candidaturas en el socialismo, alentando al sector Bases a presentar al ex ministro de Salud Miguel Cappiello, cuando el sector mayoritario impulsaba a la ex precandidata a intendenta Verónica Irizar. Eso porque una de las propuestas frustradas fue una lista de unidad en la que la actual concejala Lorena Carbajal o el propio Cappiello (ambos de Bases) fueran en segundo lugar detrás del candidato de Javkin y que Irizar o Clara García fueran a la lista de diputados nacionales: “Yo no soy responsable de las divisiones internas del socialismo”, se defendió el intendente.

¿Cómo quedaron las cosas en el PS? Bases, hoy de buen diálogo con el intendente, conforme con que sea la Paso la que ordene la candidatura y no la conducción partidaria donde es minoría.

Socialismo en Movimiento se quedó con el gusto amargo de no lograr una lista única, pero con la esperanza de que el lanzamiento anticipado de Clara García como precandidata a senadora nacional sea una prenda de consenso en el Frente Progresista.

La primera foto de García fue no por casualidad con los intendentes de Santa Fe –Emilio Jatón sí logró una lista de concejales única de todo el Frente Progresista– y Villa Gobernador Gálvez (Alberto Ricci), cuyas gestiones tienen la impronta del sector Fuerza del Territorio. Desde esta semana las negociaciones por esos cargos nacionales escalarán al conjunto del Frente Progresista, donde el intendente Javkin y sus aliados directos hacen planes con Rubén Giustiniani, quien tiene todo alistado para el regreso. La posibilidad de lograr acuerdos volverá a ponerse a prueba.

Frente de Todos


Ante la irrupción del perottismo en la competencia electoral de la ciudad, los restantes espacios se abroquelaron para aguantar la parada. La Corriente y el Movimiento Evita, con Norma López a la cabeza, que no están dispuestos a resignar el protagonismo de los últimos años en la ciudad; La Cámpora optó por mantenerse al margen de las negociaciones y apostar por sus propios nombres; la sorpresa de último momento fue el acuerdo entre el massista Oscar Cachi Martínez, el espacio de Luis Rubeo y los senadores enfrentados al gobierno de Omar Perotti. Justamente la lista lleva en los dos primeros lugares a dos ex funcionarios que se fueron dando portazos del gobierno provincial: Esteban Borgonovo, ex ministro de Gobierno y del grupo de la vicegobernadora Alejandra Rodenas, y Claudia Giaccone, ex secretaria de Deportes, recientemente renunciada, a la que los compañeros de listas adversarias seguramente le pedirán que demuestre su residencia en Rosario ya que vivía en Casilda.

El perottismo llegó muy a las apuradas a armar lista en una ciudad que le es ajena, pero que en 2019 fue decisiva para que ganase la gobernación. Eso explica que haya recurrido a la figura del periodista Lisandro Cavatorta, que en realidad llega por ofrecimiento del massista Diego Giuliano. Cavatorta, además de pelear la concejalía, se espera que ayude en la presentación a los rosarinos del verdadero candidato que le interesa al gobernador Perotti, que es Roberto Mirabella.

Esa es la negociación que se viene para el gobernador Perotti: conseguir que Cristina Fernández y el presidente le cedan la lapicera para poner el primer lugar en la lista de senadores. Esa posibilidad todavía está en entredicho porque en Buenos Aires ven inconveniente provincializar la elección en caso de que Mirabella la encabece, siendo que se trata de una pulseada por el control del Congreso con Juntos por el Cambio. Ser gobernador y no poder elegir el candidato es muy duro, y deja pocos caminos: correrse y que Cristina y el gobierno nacional se arreglen a la hora de hacer campaña; o ir a internas.

De todos modos, los principales operadores de la Casa Gris confían en que habrá lista de unidad. Y creen que el hecho de que todos tengan que hacer campaña por la misma lista de diputados y senadores ayudará a que en departamento y ciudades donde se compite internamente, “se lo haga con racionalidad”.

De regreso a Rosario, el cierre de listas también descartó lo que era muy difícil de alcanzar pero que impulsaron algunos sectores del PJ: que Marcelo Lewandowsky encabezara una lista única con el ojo puesto en la pelea por la Intendencia dentro de 2 años. La unidad fue la condición principal que puso el ex comentarista de fútbol para bajarse del Senado al Concejo. Al no darse, aclaró que no promovió nombres en ninguna de las listas en competencia.

Lewandowsky y el ministro Roberto Sukerman son los adversarios que hasta aquí aparecen en el radar del Frente Progresista para 2023 en la ciudad. Los dos suenan para integrar la lista de diputados nacionales, cada uno con sus fortalezas, debilidades y pertenencias internas. Para ambos una candidatura ahora sería la vuelta previa de la carrera por el Palacio de los Leones.

Antes de dejar el Frente de Todos, destacar el rol de Sergio Massa. La elección de concejales de Rosario entró por unas horas en su agenda porque hace a su interés por colar un nombre en la lista de diputados nacionales por Santa Fe.

En la ciudad desplegó una jugada doble. Le dio el ok a Giuliano para acordar con el perottismo y animó a Cavatorta a aceptar la candidatura; por el otro le pidió al diputado Oscar Cachi Martínez, la otra pata del Frente Renovador en Santa Fe, que deshiciera las valijas y se quedara en el Frente de Todos, que siga bancando “la unidad en la diversidad”. Martínez aceptó acoplarse al esfuerzo de su jefe y se abocó a los acuerdos con Rubeo y los senadores del Nuevo Espacio Santafesino, consolidando una línea de entendimiento que se venía viendo en la Legislatura.

Juntos por el Cambio


Las al menos cinco listas de Juntos por el Cambio son síntomas del internismo que atraviesa esa coalición. Tanta disputa también es indicativa de las expectativas que cifran sus dirigentes y espacios internos sobre las chances de la escudería en las próximas elecciones. Hay cierta confianza que la grieta que, esperan, atraviese la elección de legisladores nacionales se traslade en parte a la de concejales, que se vota el mismo día pero con boletas diferentes. Hay una encarnizada pugna ahí por capturar el voto antiperonista y particularmente antikirchnerista. Sobre el escenario nacional es más fácil; pero en el local, mediado por un gobierno municipal del Frente Progresista, ese voto está más dividido.

Las listas de Ana Laura Martínez, Agapito Blanco, Carlos Cardozo, Eugenio Malaponte y Anahí Schilbeinben tienen correlato directo con los espacios que disputarán fuerte las candidaturas a diputados y senadores nacionales. El vicepresidente del PRO y precandidato a senador nacional Federico Angelini movió el tablero con la foto junto con Amalia Granata como compañera de fórmula, Horacio Rodríguez Larreta y Patricia Bullrich dando la bendición. Para Angelini esa foto es la demostración definitiva de a quién apoyan desde Buenos Aires; sus adversarios internos dicen que en realidad el apoyo de Bullrich y Macri es de él, pero que lo de Larreta va a ser para todos los que compiten en la Paso. Se verá en el desarrollo de la campaña.

Ciudad Futura


Ciudad Futura definió sus candidatos con la acostumbrada épica militante. Juan Monteverde, referente del partido y primer candidato a concejal, habló de “colapso de los partidos tradicionales”, a los que contrapuso el “proyecto genuino y rebeldía competente” de su organización. No dejó pasar la abundancia de periodistas a la cabeza de listas de concejales: “Los partidos tradicionales eligieron no dar la cara y esconderse detrás de “famosos” que le junten los votos que ellos ya no pueden conseguir porque la gente no les cree más”, hincó desde su cuenta de Twitter.

El segundo lugar de la lista será para la actual concejala Jésica Pellegrini y el tercero para un representante de Patria Libre. Esta fuerza política renueva una sola de las cuatro bancas. Salvo un derrumbe inesperado, tiene todo dado para incrementar su presencia en el Concejo con sólo mantener el caudal de votos de las últimas elecciones.

Ciudad Futura por la centroizquierda; Juntos por el Cambio por la centroderecha y derecha; el peronismo disputando el centro del escenario con el gobernante Frente Progresista; y todavía falta ver la proyección de los “sueltos”, como el periodista Miguel Tessandori que se bajó de Juntos por el Cambio y competirá por un frente distrital; o el Sapito Encina, el ex jugador de Central por el sello Unite, en una jugada parecida y con los mismos armadores que le permitieron a Ariel Chancha Cozzoni llegar en 2019. El Concejo Municipal difícilmente corrija en 2021 la atomización que marca su composición desde hace varios años, con los pro y contra que ese estado de cosas tiene para construir acuerdos.

En sus dos primeros años de gestión el intendente Javkin supo surfear ese terreno minado con articulación política, sin duda la nota más alta que obtuvo en esta primera etapa. Habrá que ver si en los dos últimos años de mandato, la aproximación al recambio de 2023 no desbarajusta esa arquitectura con la que tendió puentes de paz y consensos entre los Palacios Vasallo y de los Leones.