Otra vez un joven resultó herido cuando intentaba, aparentemente, robar cables. A diferencia de otros casos, como el más reciente de Ezequiel Curaba, que se electrocutó, se prendió fuego y murió, el suyo fue un caso menor. El muchacho, de 25 años, se cayó de un árbol al que se había trepado para acceder al alumbrado y se lastimó la cadera. Interviene la seccional 5ª.
Según fuentes policiales, Nahuel fue rescatado del suelo por un enfermero de la clínica Avenida, en Mitre al 2200 que escuchó sus gritos de dolor y lo encontró tendido en el asfalto, cerca de un árbol y del cableado cortado.
Un ambulancia del Sies lo llevó al hospital Provincial donde le diagnosticaron traumatismo de cadera.
Heridos así y mucho peores, como Ezequiel, preocupan a las autoridades de Seguridad y a la Empresa Provincial de la Energía (EPE) porque, según advirtieron, se trata de una economía delictiva que crece, regida por bandas con formación e infraestructura; pero que en el camino dejan lesionados y muertos que son los ladrones que sin conocimiento ni información piensan que cualquier cable es accesible como uno que está inerte. Esto alertó la propia secretaria de Energía santafesina, Verónica Geese la semana pasada en contacto con Radio 2.