En una jornada atravesada por la violencia desatada en Empalme Graneros, como consecuencia del crimen de un chico de 11 años el fin de semana pasado, un mecánico fue ejecutado de un tiro en la cabeza por la tarde en el extremo norte de la ciudad. "Están matando a todos los rosarinos", dijo el hermano de la víctima.

Hernán Granados, hermano mayor de Gustavo, el joven de 36 años que fue asesinado en bulevar Rondeau al 3900, contó que todo ocurrió frente a su taller mecánico porque en principio salió a mostrar un auto que había puesto a la venta.

El familiar relató a El Tres desde el lugar del homicidio del barrio La Florida que alguien contactó a Gustavo por mensaje de WhatsApp para ver el vehículo, un Fiat Duna reparado. Dijo desconocer si fue un crimen por encargo o si, por el contrario, hubo un intento de robo o una discusión. Señaló que no sospechaba de nadie en particular.

“Le han querido robar o lo manotearon y se quiso defender, porque él era temperamental”, especuló, aunque el auto para ofrecer estaba en el lugar. Testigos relataron que los homicidas se fugaron en otro vehículo gris (un Fiat Movi).

Aunque no estaban claros los móviles del hecho, en principio los autores del crimen se hicieron pasar por interesados en el auto ofrecido para emboscarlo. 

Bajaron del Movi y ejecutaron dos disparos. Uno de ellos impactó en la sien del mecánico que salió por el ojo izquierdo, informó Telenoche (El Tres). En principio, no hubo forcejeos previos, como se puede ver en las imágenes que registró una de las cámaras de seguridad en la cuadra.

1. Dos personas se acercan al mecánico en la puerta de su taller.
2. Uno de los agresores saca el arma y abre fuego dos veces.
3. Gustavo Granados queda tendido sobre la vereda de Rondeau al 3900.

“Estaba mirando lo que pasó en Empalme Graneros y me llaman que mataron a mi hermano más chico. Se llevaron un pedazo de mi vida”, dijo Hernán a C5N.

El hombre que fue candidato a concejal por Somos Vida fue critico del gobernador Omar Perotti y el intendente Pablo Javkin. Y agregó: “Están matando a todos los rosarinos”.

Gustavo tenía 36 años, mujer y tres hijos (el más grande de apenas 7 años y el más chico es un bebé). “No los dejó porque mi hermano no se murió, lo mataron”, definió su hermano.