Un convicto de 52 años con pasado de policía se encuentra en estado crítico en el Heca, donde ingresó en la noche del miércoles con graves quemaduras. Personal penitenciario lo trasladó desde la cárcel de 27 de Febrero al 7800, donde había sido alojado recientemente. Todo apunta a que se trató de un ataque incendiario llevado a cabo por otros reclusos, que estarían identificados.
De acuerdo con fuentes policiales, Alejandro Sixto Julín, la víctima, había sido alojado alrededor de las 21 del miércoles en el Complejo Penitenciario Nº 5, un predio que posee varios establecimientos. El Servicio Penitenciario lo ubicó en una celda de pabellón 2. Esa misma noche el detenido fue blanco de un ataque incendiario, que le provocó severas quemaduras en el rostro y torso.
Según pudo averiguar este medio, la mecánica del ataque está bajo investigación, pero se cree que un grupo de reclusos alojado en una celda de un piso superior diseñó un dispositivo incendiario con una soga, una botella y combustible para llevar a cabo el atentado.
La causa recayó en el fiscal de Homicidios Lisandro Artacho, que delegó la pesquisa en Asuntos Internos.
Julín, un ex suboficial que supo trabajar en la Comisaría 33ª de barrio Hume (cerrada hace más de un lustro), fue exonerado de la fuerza en la década pasada, tras haber sido condenado a 12 años por el homicidio de un hombre, cometido en 2012 en Cabín 9. Al momento del hecho, estaba en disponibilidad y trabajaba como remisero.
El motivo de su detención reciente, sin embargo, no era ese viejo expediente. Según pudo averiguar Rosario3 a partir de fuente ligadas con la causa, en las últimas horas Julín había sido arrestado por una denuncia de presunto delito sexual a cargo de la fiscal Alejandra Raigal, de la cual no trascendieron detalles. El ataque sobre su persona fue a poco de ingresar a la UP Nº 5 y hay tres reos bajo sospecha.