Un sospechoso de 22 años que ingresó este domingo al Heca con una herida de arma de fuego ahora quedó detenido como el presunto autor del demencial ataque ocurrido el 11 de enero en Ayacucho al 3900, donde murió un joven y otros dos resultaron heridos. Además, se investiga si cometió otro asesinato el último fin de semana.
De acuerdo a investigadores policiales, el sospechoso entró al hospital después de que transeúntes lo vieran herido en inmediaciones de Pellegrini y Crespo, a pocos metros del edificio del Heca. Al ser asistido, dijo llamarse Martín Alejandro Carrizo y no recordar cómo y dónde había sido baleado.
El joven quedó internado con orificios de arma de fuego en la región lumbar y en el abdomen. Dentro del Heca se le hizo una identificación dactiloscópica y allí se dio la sorpresa, ya que en realidad el paciente se llama Uriel Omar Z., de 22 años, sobre quien pesa un pedido de captura por el homicidio solicitado por la fiscal Marisol Fabbro.
Según las tareas llevadas a cabo por la División de Homicidios de la Agencia de Investigación Criminal, Uriel Omar Z. está sindicado como el posible autor de los tiros que mataron a Erik Jhon Díaz (19 años) e hirieron a sus dos amigos Lautaro Ronchi (19) y Lautaro M. (20) en inmediaciones de Ayacucho y Centeno, en barrio Tablada.
Ronchi, desde entonces, permanece internado con pronóstico reservado en el Heca con un impacto de bala en el cráneo.
Mientras Uriel Omar Z. quedaba con custodia policial –ante una eventual intención de fuga–, testimonios lo apuntaron también como un presunto partícipe en la balacera ocurrida en la noche del pasado sábado en bulevar Seguí y Abanderado Grandoli, donde murió Jhonatan Gabriel Góngora (30) y resultaron heridos su hermana (8), su hermano (21) y un hombre (49). Ese caso es investigado por el fiscal Gastón Ávila.