Decenas de compañeros de trabajo y seres queridos del subinspector Leoncio Bermúdez, el policía asesinado en el hospital Provincial, se acercaron a despedirlo desde las 14.30 de este miércoles en un clima de consternación ante el modo en que fue ultimado el martes a la noche, cuando sicarios lo atacaron en la puerta del edificio en pleno barrio Martin, cuando buscaban a un detenido de alto perfil que era atendido allí.

Entre los allegados se encontraba la hija de 10 años del efectivo fallecido, la cual había presenciado su muerte porque estaba junto a él en el destacamento que se ubica en el acceso a la guardia, de calle Pasco al 400.

La niña despedía a su padre en un velorio junto a sus familiares y amigos, en la casa velatoria de calle Matienzo al 3300 en la zona oeste, en un servicio que se extendió hasta la noche. Este jueves, los restos de Bermúdez serán inhumados a las 11 en el cementerio El Salvador.

Los familiares, entre el dolor y la impotencia por lo sucedido, no encontraban palabras para dialogar con la prensa.

Leoncio Bermúdez era rosarino, tenía 42 años y estaba en pareja con una mujer, con la que tienen dos hijas pequeñas, según le confirmaron a Rosario3 desde su círculo familiar. Se desempeñaba en la actualidad como subinspector de la Unidad Regional II de Policía, pero trabajaba en la fuerza desde 2009.