Atravesado por el dolor pero con el temple íntegro, Edgardo Orellano lanzó críticas al sistema judicial y a la Policía tras conocerse este miércoles el veredicto del tribunal que juzgó a los responsables de la muerte de su hijo Carlos, Bocacha.
La desazón por las condenas, que no alcanzaron siquiera a mitigar el dolor. se vio atravesada por un contexto de violencia urbana agobiante.
En su discurso el hombre radicado en Empalme Graneros se refirió al episodio registrado este martes por la tarde en el barrio del noroeste frente a la Escuela Ortolani, de Génova y Campbell.
Dos tiratiros en moto dispararon a mansalva en pleno horario de salida escolar y un balazo impactó en el tobillo derecho de Lux, un niño de 6 años. No estaba claro cuál era el blanco del ataque, aunque versiones señalaron que en una ochava hay un aguantadero de drogas, señalaron fuentes del caso. A 50 metros había un patrullero de custodia, en la entrada del colegio.
El dato que le aportó más gravedad al suceso, y que este miércoles fue mencionado por Edgardo Orellano para pedir una “policía nueva”, es que el arma empleada por agresores perteneció hasta hace poco a un uniformado.
Así se comprobó cuando fueron detenidos los sospechosos de la balacera en un operativo en La Cerámica.
La Honda Twister utilizada por los agresores tenía pedido de captura por robo. Y la pistola 9 milímetros aún tenía el número de serie. La denuncia por hurto había sido radicada el 29 de mayo, una semana atrás. Es decir que en 7 días la Bersa ya había ingresado al circuito narcocriminal.