En el marco de la aplicación de la nueva ley de Microtráfico, este viernes el ministerio de Justicia y Seguridad de Santa Fe, en un trabajo conjunto con el Ministerio Público de la Acusación, avanzaron en el derribo de un nuevo búnker de drogas. En este caso fue en la zona de Ayacucho al 4300.
Según detalló el fiscal Franco Carbone, se trata de una construcción emblemática de Tablada que tiene antecedentes vinculados al mundo delictivo desde hace por lo menos unos 20 años. “Históricamente esta casa perteneció al clan Funes, aliado a Francisco Riquelme, de hecho esta propiedad ya había sido allanada veinte años atrás cuando se buscaba al padre de Funes por pirata del asfalto”, detalló en Cada Día (El Tres).
La orden de demolición del inmueble fue aprobada el jueves por la jueza Silvia Castelli que autorizó también el derribo de otras cuatro locaciones que en algún momento se utilizaron para la venta de estupefacientes.
Con respecto a la construcción que tiraron abajo este viernes por la mañana, Cabrone detalló que el Ministerio Público de la Acusación cuenta con una gran cantidad de situaciones violentas en las inmediaciones del lugar.
“En los últimos 3 años hicimos unos diez allanamientos en el lugar. Los moradores circunstanciales fueron muchísimos en el último tiempo. En los allanamientos siempre se encontraron armas de fuego, ametralladoras, estupefacientes y vehículos con pedido de secuestro”, sostuvo.
Tanto este operativo realizado en Tablada, como los que se van a llevar adelante en otros barrios de la ciudad tienen el aval legal de la nueva ley de Microtráfico que comenzó a regir en la provincia. Según destacó Carbone, es un avance novedoso para la justicia provincial. “Hace muchos años que los fiscales venimos trabajando en este «polirrubro delictivo» donde todo circunda a la venta de estupefacientes”, sostuvo.
“Hoy (viernes) mismo se hará otro procedimiento en French y Felipe Moré donde hay otras dos instalaciones emblemáticas de lo que es el centro de violencia altamente lesiva desplegada en la zona de Ludueña y Empalme en los últimos años”, señaló el fiscal.
En ese sentido, agregó: “Somos conscientes de que este tipo de acciones pueden generar reacciones y las bandas pueden rearmarse pero hay actividades que hacen que este lugar no pueda volver a ser ocupado y eso es lo que es realmente novedoso y cambia las cosas”.