El Tribunal Oral Federal (TOF) Nº 3 de Rosario condenó este viernes por narcotráfico a Andy Fabián Benítez, uno de los cabecillas de la célula de Los Monos que opera en la zona noroeste de Rosario. Los jueces Mario Gambacorta, Osvaldo Facciano y Eugenio Martínez le dieron una pena de 4 años y 8 meses de prisión.
Benítez actualmente se encuentra preso en Piñero, donde purga una condena por robo y portación de arma y, además, transita prisión preventiva por estar acusado, junto a Matías César, Mauro Gerez, Jonatan Almada y Julián Aguirre, de liderar una estructura criminal que disputa a tiros con grupos antagónicos la venta de estupefacientes en los barrios Industrial, Ludueña y Empalme Graneros.
En la misma resolución que se dio a conocer pasado el mediodía de este viernes también fueron condenados Matías Ángel Burgo y Yamil Carlos Zappalá a la pena de 4 años y 3 meses de prisión.
En el caso de Burgo, de acuerdo con la lectura del veredicto, seguirá en libertad hasta que quede firme el fallo de primera instancia que tuvo lugar este viernes.
El próximo 27 de marzo, el tribunal dará a conocer los fundamentos de la sentencia, indicaron voceros de la justicia federal. El procedimiento que originó la causa data de mediados de 2020.
Andy y sus menciones en la justicia
Esta semana, Andy Benítez fue imputado por el fiscal provincial Pablo Socca de haber participado de la usurpación de una vivienda de Urquiza al 6000, cuya dueña había fallecido y al parecer no tenía herederos.
En esa causa también fue acusada su pareja, Sandra W., y Oscar “Nenu” Ramírez, otro presunto integrante de la gavilla de Ludueña y Empalme Graneros. Y la madre de este, una enfermera, ex funcionaria del Pami de una localidad cordobesa, quien falsificó una firma para darle un viso de legalidad a la maniobra, según la imputación.
Este mes, Socca imputó a Matías César como el fundador de la presunta asociación ilícita. De acuerdo con actuaciones llevadas adelante en la causa, en los primeros meses de 2021 tejió una alianza con los reclusos Andy Benítez y Julián Aguirre, con quienes compartía el pabellón 8 de la cárcel de Piñero, para “copar” Ludueña, Empalme Graneros e Industrial.
César buscó a Aguirre y a Benítez porque eran de esa zona de Rosario, tenían conocimiento sobre qué comercios debían extorsionar y contra qué banda había que disputar el territorio, que es la estructura liderada por Francisco “Fran” Riquelme, otro recluso, que en este caso está relacionado con el condenado jefe narco Esteban Lindor Alvarado.