Después del asesinato del colectivero César Roldán, ocurrido el 2 de diciembre pasado en Eva Perón y Cullen, tres unidades del transporte urbano de pasajeros fueron objetos de ataques con armas de fuego o con una molotov, más allá de otro tipo de agresiones con piedras, una situación que tristemente se repite en algunos barrios de la ciudad. “Será que quieren que no funcionen los colectivos”, afirmó Sergio Copello, secretario general de la UTA Rosario. 

El crimen de Roldán, chofer de la línea 116, fue uno de los más resonantes del año pasado. La víctima estaba completamente ajena al contenido de la nota que el sicario arrojó en la escena del homicidio, cuyo texto estaba dirigido a un preso que está imputado por integrar la banda narco que lidera Alan Funes desde un penal federal. La investigación del Ministerio Público de la Acusación por el momento no tiene detenidos. 

El 24 de diciembre, un colectivo del Enlace Avellaneda Oeste quedó en medio de un tiroteo entre gatilleros que se desplazaban en moto en Rouillón y Juan XXIII. En este hecho puntual, el ataque no fue dirigido directamente al vehículo, de hecho, el frente de una casa también recibió disparos.

El 6 de enero pasado, tres adolescentes tiraron una molotov contra una unidad del 143 que circulaba en Rondeau al 300. La Policía posteriormente los detuvo a las pocas cuadras y les secuestró una mochila con una botella con combustible, botellas de vidrio y un papel con una amenaza escrita para el ministro de Seguridad Pablo Cococcioni

El último de los atentados tuvo lugar este lunes por la noche en Winter al 3800, en la zona sudoeste, cuando un gatillero dejó un cartel en el que se menciona al gobernador Maximiliano Pullaro y efectuó dos disparos contra un interno de la línea 130 que hacía punta de línea en la intersección de Avellaneda y Winter. 

“Creo que, lamentablemente, estos personajes encontraron esta modalidad de usar gente inocente para dejar mensajes. Si saben de qué pabellón son, de qué cárcel son, ¿por qué no se lo dan? Y así dejan de atacar a gente como nuestra familia, como César Roldán, asesinado sin nada que ver, manejando un colectivo cuando no debía y anoche el compañero que estaba en la punta de línea. Menos mal que no estaba en el volante”, expresó Copello en una entrevista que brindó este martes al programa Radiópolis (Radio 2).

El secretario de la UTA Rosario insistió: “Será que no quieren que funcionen los colectivos. Han encontrado en el transporte un vínculo para hacerse notar, pero también lo han encontrado en otros negocios locales, con la impunidad de ir en bicicleta”.