Este jueves por la noche, en un clima tenso, dentro y fuera de la cancha, Colón y Talleres jugaron en Rosario por la Copa Argentina, pero el partido trascendió la agenda deportiva por distintos episodios policiales. Antes del cruce futbolístico, cinco hinchas del conjunto cordobés fueron detenidos en la zona del estadio de Newell's, donde se jugó el partido, con armas. Pero ya antes de viajar a Rosario, un micro con simpatizantes sabaleros fue blanco de tiros, aparentemente por hinchas de Unión, su histórico adversario santafesino.

Según fuentes policiales, este jueves alrededor de las 16 un micro de simpatizantes de Colón fue atacado a disparos. Uno de los proyectiles rompió una ventanilla pero no causó heridos.

Esto se conoció este viernes por la mañana y se suma a los episodios violentos que tuvo el partido, incluso adentro de la cancha durante el tiempo de juego, y en el que, finalmente, Colón quedó eliminado del torneo.

El primer tiempo se jugó en medio de un clima caliente con interrupciones constantes provocadas por la barra sabalera ubicada en una de las cabeceras: explosiones de bombas de estruendo, pirotecnia in situ, trepadas por el alambrado y terror entre los hinchas comunes fueron las postales del período, con el árbitro Maximiliano Ramírez dialogando con personal de seguridad, capitanes y demás.