La nueva serie de Netflix El juego del calamar es una de las producciones más vistas desde su estreno. Su atrapante trama dejó a más de uno sorprendido.

La serie de Corea del Sur sigue a un grupo de personas (456 en total), todos ellos con problemas económicos, que compiten en un misterioso juego de supervivencia.

¿En qué se basa este concurso? Se trata de una serie de rondas de juegos infantiles en las que el ganador se llevará una cifra millonaria. Pero atención: los que pierden, mueren.

La serie comenzó a rondar en la cabeza de Hwang Dong-hyuk hace diez años cuando imaginó este mix entre el terror y los juegos infantiles. 

"La combinación de ambos podría convertirse en una ironía muy sorprendente”, dijo en una entrevista en plena promoción de la serie.

El juego del calamar está compuesta de una temporada de nueve episodios y cada uno de ellos tiene una duración de una hora aproximadamente.

Sobrevivir 

Agobiados y empujados por la pobreza y las deudas, los seres humanos pueden hacer lo que sea: desde robar, matar o competir en un juego y arriesgar sus propias vidas.

Un reflejo tal vez de cómo actúan algunos gobiernos que agobia con impuestos, punitorios, deudas con intereses, burocracias infinitas que no dejan levantar la cabeza cuando llega la mala.

El concepto de falta de compañerismo y del sálvese quien pueda son la moneda corriente de El juego del calamar. Las diferentes rondas que se tienen que pasar, van a llevar al extremo a cada jugador que van a recurrir a todo lo que tengan a mano con tal.

La puesta en escena

Los escenarios al momento de los juegos, son coloridos, vistosos al ojo del espectador pero a la vez terminan resultando siniestros y llenos de engaño.

Controlados desde una gran pantalla los participantes son monitoreados por una persona misteriosa que es quien decide quién sigue en el juego y quién pierde ( o muere). 

Esa sensación de control extremo genera agobio en el espectador que sólo necesita que los participantes salgan con vida.

Desigualdad social

“Los inteligentes nunca comen mucho”, dice Cho Sang-woo (Park Hae-soo) el hombre divorciado que está a punto de perder a su hija definitivamente y, como todos lo participantes, está en la ruina.

Él representa las clases más bajas de Seúl, un hombre que intentó de todo pero el sistema se lo tragó. En contraposición se encuentra otro participante con el que había compartido el mismo barrio que se recibió en economía en la Universidad de Seúl. Él es considerado superior por su título pero, de nuevo, a pesar de su superioridad intelectual no está a salvo

El héroe

En toda historia debe aparecer un héroe o alguien que pueda destrabar el conflicto central de la trama. Acá ese rol es cumplido por varios personajes, pero tal vez el que más lo pone en práctica es el policía que es hermano de una de las víctimas del primer juego. Es quien se enfrentará al sistema, en esta especie de submundo o realidad paralela dirigida por alguien supremo. Un enemigo que se desconoce y que decide por la vida de todos.

Hwang Dong-hyuk escribió “El juego del calamar” en 2008. Según reveló el director, se inspiró en los cómics japoneses como “Battle Royale”, “As the Gods Will” o “Alice in Borderland”, todos ellos con adaptaciones en cine o series.