Corea del Norte disparó este martes un misil balístico de rango aún desconocido en dirección al Mar de Japón en lo que supone su primer ensayo de armas en más de 70 días, según informó el ejército surcoreano.
"Corea del Norte ha lanzado un misil balístico no identificado en dirección al este desde las cercanías de Pyongsong, provincia de Pyongan del Sur (unos 25 kilómetros al norte de la capital norcoreana)", explicó en un breve comunicado el Estado Mayor Conjunto (JCS) surcoreano.
El ejército surcoreano ha detectado el lanzamiento, realizado en dirección al Mar de Japón (llamado "Mar del Este" en la dos Coreas).
Tanto autoridades en Seúl como en Washington se encuentran analizando los detalles relacionados con el proyectil, como su rango de vuelo y su trayectoria.
En Washington, un portavoz del Departamento de Defensa de Estados Unidos afirmó que ha detectado un "probable lanzamiento de misil" desde Corea del Norte y que "estamos en proceso de evaluar la situación".
Por su parte, el gobierno de Japón informó que el proyectil habría volado unos 50 minutos y habría caído al mar a unos 210 kilómetros de la costa de la prefectura de Aomori (norte del país) en aguas pertenecientes a su zona económica especial (EEZ), un espacio que se extiende a unos 370 kilómetros desde su litoral.
Se trata del primer proyectil que Pyongyang lanza en dos meses y medio, desde que el pasado 15 de septiembre disparó un misil de alcance medio que sobrevoló precisamente el norte de Japón antes de caer al mar.
A los pocos minutos de producirse el lanzamiento norcoreano, el ejército de Corea del Sur ha ensayado un "ataque de precisión" con misiles en respuesta a la acción de Pyongyang, aunque no ha aportado por el momento más detalles sobre este ejercicio.
El de este martes es el vigésimo ensayo de misiles que realiza el régimen comunista de Pyongyang en lo que va de 2017.
Las continuas pruebas de armas del régimen de Kim Jong-un, entre las que se incluyen un ensayo nuclear el pasado 3 de septiembre, unidas a la respuesta beligerante desde Washington por parte del presidente de EEUU, Donald Trump, incrementaron la tensión en la zona a niveles no vistos desde el final de la Guerra de Corea (1950-1953).